Friday, April 22, 2016

El hombre natural y el discernimiento

     No sorprende la ceguera o la incapacidad para descifrar de lo sucede en Venezuela. Tanto es asi que, conocidos personajes de la vida intelectual, académica y hasta religiosa, termino normalmente utilizado para identificar las distintas creencias y no así para definir la relación que cada cristiano debe mantener con Dios, no comprenden el origen de la realidad social, económica y política del país. En consecuencia, y de manera insospechada, no atinan a reconocer que vivimos en una sociedad enferma y agonizante, que vive la inocultable evidencia del fin de una civilización, marcada por el predominio de la praxis de anti valores y que dará paso al nacimiento de una nueva era donde lo etico será lo esencial para bien de todos.
   Esta ceguera, explicada claramente en la Biblia, versión Reina Valera 1960, en el libro de Segundo de los Corintios, capítulo 4, versículo 4, nos alerta sobre la limitaciones del hombre natural de esta manera: "el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios"; dicho de otra manera, el mundo tal como está no posee las cualidades para discernir ni tampoco comprender lo que la vista y otros sentidos informan, pues lo que experimentamos o vivimos va más allá de lo físico, en extracto, la explicación de nuestra realidad no debe sostenerse desde lo natural, sino desde lo espiritual. La Palabra de Dios es profunda en esta dirección y lo complementa: "el hombre  natural no percibe las cosas que son del espíritu de Dios, porque para él son locura, no las puede entender porque las han de discernir espiritualmente"; 1 Corintio 2:14, Ibídem. En tal sentido, los sucesos de Venezuela, Colombia, EEUU, Brasil, Argentina, España o Cuba por solo ejemplificar algunos de los países, no se deben interpretar desde la óptica natural, deben ser captados e interpretados desde la óptica espiritual, entonces será posible buscar y aplicar la solución adecuada.
    Pero, ¿cuál es solución adecuada? Simple. El mundo y hombre natural decidieron solucionar las dificultades con un discernimiento limitado, de este modo, los errores son vistos como algo normal, los pecados y lo aborrecible son aceptados, pero la muerte es el precio que se ha de pagar, cuando Dios nos ofrece el perdón de nuestras injusticias, la restauración y la vida eterna -todos estos fines normalmente ignorados, desacreditados por el hombre natural y el mundo pues para ellos nada es cierto, si no es comprobado por las ciencias del hombre.
    Venezuela es el ejemplo que ponemos a disposición. Ante los ojos del mundo Venezuela parece agonizar. Eso es lo que nuestros sentidos nos informan, pero olvidemos los sentidos y centrémonos en lo que estamos aprendiendo, en todas las cosas des agradables que no vamos a repetir pues lo malo, lo que hace daño se evita. Miremos nuestro hermoso país con ojos de Fe, que es espiritual, la misma que nos permite ver cómo Venezuela se está transformando en algo superior. Dejemos los pensamientos negativos, abandonemos las dudas y miremos las cosas extraordinarias que Dios nos tiene preparado pues Debemos creer que nuestro país será la lámpara que iluminara la oscuridad de Latinoamérica. ¿Qué haremos para ver esta verdad? Pues Dios no invita a ser buenos, a dejar el pecado, a discernir lo bueno de lo malo y sobre todas las cosas amar al prójimo, es decir, "cada uno de nosotros agrade al prójimo en lo que es bueno, para edificación", Romanos 15:2; ibídem.

     

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