Sunday, December 27, 2015

¿Ladrillos nuevos o viejos?

    No creo que estemos preparados para el cambio ético. Ello requiere un mayor esfuerzo y tiempo. Probablemente mayor sufrimiento y penas, entonces las necesidades obligarán a establecer pensamientos, decisiones y acciones acordes con las necesidades de mejorar. Pero, por ahora no se vislumbra ese cambio esperado.
    Muy lamentablemente, políticos, intelectuales y hasta humoristas están casados con la idea de iniciar la construcción de este nuevo edificio, que es Venezuela, con materiales viejos y usados, que cumplieron su tarea, y es más, ya no están para las batallas que la ética exige. Necesitamos materiales nuevos, resistentes, capaces de superar las exigencias que se avecinan. No será fácil, pero podríamos confiar en lo nuevo, lo viejo que fue probado no tiene nada que probar. No tiene resistencia ética, para qué utilizarlo nuevamente? Es increíble que se quiera construir con lo usado o con parte del edificio derrumbado.
   Venezuela ha sido un país de gente noble e incauta, por no decir, ignorante, aunque esta es la connotación apropiada, duele aceptarlo. Sin embargo, este no es el fin del mundo. Todos los paises desarrollados pasaron por esto. En nuestro caso, no será diferente la lucha contra la ignorancia política. Aprenderemos y superaremos esta realidad. Estamos en eso, pero vamos a aligerar las cargas. No pongamos más engaños sobre las mayorías, hagamos el sacrificio que tengamos que hacer, pero no más engaño, traiciones y manipulaciones. A los diputados electos les sugiero, una vez más, que dejen las ambiciones a un lado. Venezuela, toda, es lo más importante. Nada supera el amor por un pueblo traicionado una y otra vez. Si Venezuela no les duele, no harán los sacrificios.
     Diputados electos, que la lectura del 6D no les engañe. El pueblo voto para salir de esta delincuencial red. No planeen repetir la cuarta república, la cual se conoce con aquella frase irresponsable "cuando éramos felices y no lo sabíamos". No. No éramos felices pues de allí vino este presente, o no quieren recordar todo lo que en esta etapa paso? Pues, había corrupción, un presidente regalaba dinero a otros países, parecido, verdad, una amante gobernaba, un ministro llamaba menudencia a 99 jeeps mal adjudicados, un chino pago los platos rotos de RECADI, los ambiciosos Caldera y Pérez repitieron más por por la terquedad y egoísmo que por méritos. En fin, hay más historias que contar, suficiente como para desechar la intención de regresar a ese modelo nefasto.
   Señores, no crean que votaron por un plan político específico. Ahora mismo, no hay partido político que les entusiasme. En el fondo desean ver resultados: salarios dignos, alimentos, seguridad ciudadana, medicinas, empleos servicios públicos eficientes, etc. No hay más cheques en blanco para partido político alguno. No van a confiar en ustedes así de fácil. Por todo esa verdad, vamos a construir nuestro edificio con materiales sólidos, que sean inquebrantable a la ruindad, que es la trampa y la corrupción. Construyamos al mejor país con el mejor material posible. Basta de pícaros. Venezuela se merce lo mejor.
  El mejor regalo que podrían hacerle a Venezuela es redactar y firmar un documento por los Principios de la Refundación de Venezuela. Allí se deberá establecer un compromiso, no sólo sobre el documento, sino también en el corazón de cada uno de ustedes, para llevar adelante los sueños de hacer grande esta bella nación. 

Feliz 2016
#VenezuelaBrillara
#VenezuelaSeraGrandeEntreLasNaciones

Si tan solo aceptarán a Dios en sus corazones, la lucha sería menos traumática. Dios bendice a Venezuela 

Tuesday, December 22, 2015

Cambio ¿Aceptamos el desafío?

     Los efectos de las elecciones del pasado 6D se hacen sentir. No ha sido cualquier cosa lo que ha sucedido. El régimen no esperaba este desaire o rechazo y la oposición no suponía este apoyo y más allá, pareciera no comprender el desafío que tiene ante sí: el cambio. Si, son tiempos de cambios. Ese es el mandato del pueblo. Ahora bien, ¿Administraran el sentimiento y deseo de las mayorías?
     Sin duda que, estas elecciones tienen un significado especial en la historia política de Venezuela y probablemente para Latinoamérica; pues estamos en presencia del final de una etapa y el inicio de otra, marcada por la madurez cultural, como sociedad democrática de Venezuela. Se dice fácil. Pero sí, es el trajinar de la transición desde la condición de habitante hacia la condición de ciudadano. Los venezolanos lo estamos viviendo.
    La lectura de los resultados tiene varias aristas, pero es la designación del presidente de la Asamblea Naciona donde todavía se percibe álgidez de la cruda realidad venezolana: los actores políticos deben asumir el compromiso del cambio, que desde nuestra óptica, significa modificar, transformar e innovar para dejar de hacer algo de una manera poco o nada conveniente por otra que, en todo caso, debe y ha de ser mejor. El cambio se traduce en la manera de optimizar el funcionamiento de una acción, un proceso, una organización o, en nuestro caso, un país. Pues bien, el análisis simple es que la gente votó por el cambio. Ello es lo que humanamente hacen los habitantes cada vez que van a eleciones. 
    Sin embargo, para que se desarrollen los cambios demandados en Venezuela es necesario la existencia de un cambio interno, en el ser; en otras palabras, en los valores y de allí en las acciones, el caso que nos ocupa, en los diputados electos. Primero, en los valores porque estos conducen a pensamientos y planeamientos convenientes al país todo; luego en las acciones pues éstas demostrarán que el amor si reside o está en el corazón y los frutos del amor son: compasión y honestidad, por nombrar dos principios fundamentales. Si ello no fuere así, el cacareado cambio será otra frustración.
     Ante esta nueva realidad, es propicio preguntarse: ¿están los diputados electos dispuestos a cambiar? ¿reconocen la necesidad de cambiar a lo interno? ¿Reconocen que los errores vienen del pasado y no sólo del presente? ¿Están dispuestos a pedir perdón o no se sienten responsables? ¿Están dispuestos a cambiar la forma de hacer política? ¿Seguirán manipulando, engañando y burlándose de las mayorías? ¿Qué señal se envía a las mayorías si se escoge a un representante del pasado? ¿No está preparada la nueva generación, para llevar adelante el desafío de transformar o bien, son los experimentados, los pícaros y hasta cómplices de corruptelas de la denominada cuarta república las personas adecuadas para este demandado cambio? Si las cosas fueren decidida por tal experiencia, Venezuela no tendrá escapatoria. Estaría condenada al fracaso. Pobre Venezuela.
     Diputados experimentados, y jóvenes también, Venezuela pide a gritos un cambio ético. Basta que el carisma o la palabra fácil sean las únicas semblanzas para elegir a líderes. Necesario es que haya espacio para el ejercicio de la eticidad ciudadana donde la honestidad y el amor sea manifestado, lejos de la hipocresía, en el servicio público. Modelen la ciudadanía con sus acciones, lenguaje, gestos y opiniones pues la avaricia, el odio, la picardía y la triquiñuela se ve en sus rostros y es asimilado con el fin.
    Hay espacio para triunfar, pero también para equivocarse, pero equivocarse no nos conviene. Confiemos en que miedo al fracaso no permita que el origen de este presente nos guíe. No es hora de fallar. Llego la hora de triunfar. Brinden la oportunidad, a toda Venezuela, de lograr la convivencia y el progreso esperado.

Ámense unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente. Romanos 12:10
Si tan solo habitara en el corazón de cada uno de nosotros el amor por el prójimo, otra cosa sería de Venezuela.

#VenezuelaBrillara
#DiosEstaConVenezuela

Wednesday, December 16, 2015

Recados para la nueva Asamblea Nacional

     El comportamiento del pueblo venezolano luego de la avasallante victoria sobre el régimen pro cubano ha sido único, ejemplarizante. Es inocultable la esperanza. Hoy los rostros de miles de venezolanos muestran la alegría por un mañana mejor. Además, y después de todo, suponen que el régimen ha entrado en etapa terminal y agónica, caracterizada por la implosion política no sólo tras el fracaso electoral -que se entienda bien-, sino además por el derrumbe de la nefasta estrategia de manipulación, engaño y control, denominada "guerra económica". Ciertamente, nadie en su sano juicio se cree tal patraña, surgida de las mentes más retorcidas que hayan gobernado a Venezuela.
    Sin duda alguna, continuarán con el mismo discurso y alguna otra acción por acá o por allá sin éxito y para consuelo de millones de venezolanos se hundirán con cada palabra, frase y qué decir de las acciones. Sin querer promoverán la progresiva desaparición del Partido Socialista Unido de Venezuela, lo cual finalmente beneficia al hacer político del país pues el comunismo no tiene espacio en nuestra sociedad. Que la alegría colme las calles y las plazas de toda Venezuela, pero que también sirva para que los actores políticos revisen detenidamente la altísima responsabilidad que tienen frente a sí.
     El pueblo castigó. Dio rienda suelta a la mayor paliza electoral de estos últimos años. La gente repudia este presente. Saben que no se merecen las colas y las humillaciones. El venezolano común no es tan tonto como creían los antillanos. Nada que ver. Se equivocaron. Hemos demostrado de qué estamos constituidos: aborrecemos la esclavitud. Despertamos y dimos el ejemplo que ellos no esperaban. Amigos vecinos vean el ejemplo que Venezuela ha dado y recuerden que esto es solo el comienzo. Casi nada se ha logrado y desde ya declaró, en el nombre de Jesuscristo, que Venezuela brillara. Nada impedira que el funcionamiento democrático sea corregido y Venezuela inicie el camino hacia el éxito y la prosperidad que se merece. Los errores, que tanto nos han costado, también  nos han enseñado que debemos evitar la repetición de los mismo.
    El hacer político que tanto nos aturde, hoy ocupa una parte significativa de las conversaciones cotidianas; es el tema de conversación para infantes, jóvenes, adultos y hasta adultos mayores. La Victoria es el tema. Nadie deja de comentar y opinar. Es que la experiencia y la cultura democrática vinieron a quedarse en Venezuela, para alumbrar como luciérnaga en la oscuridad. La gente común está haciendo comentarios interesantes. Ahora analizan, interpretan, comparan y opinan con coherencia y cierta madurez, en pocas palabras, han aprendido de manera rápida y sorprendente. No es para menos.
    El análisis simple es que votaron para repudiar lo que estaban viviendo en carne propia. Era imposible acompañar a un régimen que solo desea perpetrarse en el poder con el engaño. También reconocen que dejan en la nueva asamblea la confianza de rescatar la democracia, pero no sólo la democracia, en el fondo desean paz y progreso. En este respecto, recomiendo a los diputados electos que esto es solo el comienzo. No crean que tienen al "toro agarrado por los cachos". No amigos. Ahora es cuando viene el pueblo a exigir y protagonizar, algo que nunca han logrado. Ustedes deben modelar lo que nunca han modelado. Ustedes serán puestos a prueba. Su ética se mostrará en sus pensamientos, decisiones y acciones. No será fácil, muchos abandonaran y otros serán repudiados. Esto no es un simple regreso al bipartidismo. Nada de eso. A los diputados, unos cuantos con experiencia y casi con prontuario por ser cómplices de corruptelas en la denominada cuarta república se les recuerda que dejen atrás las triquiñuelas, que lo que hicieron en el pasado es aborrecido pues lo que quiere es lo contrario. Los ojos de millones de venezolanos están sobre ustedes. Y lo más importante, Dios está pendiente y les graba desde todos los ángulos. Pilas Venezuela.

#VenezuelaSeraGrande
#VenezuelaBrillara
#DiosEstaConNosotros


Tuesday, December 15, 2015

Ciudadanos virtuosos : La MUD es el instrumento. No el fin.

Ciudadanos virtuosos : La MUD es el instrumento. No el fin.:       El 6 de diciembre ha sido un día glorioso para Venezuela; el país que tanto amamos y por el cual las angustias abundan, pero que, por...

Thursday, December 10, 2015

La MUD es el instrumento. No el fin.

      El 6 de diciembre ha sido un día glorioso para Venezuela; el país que tanto amamos y por el cual las angustias abundan, pero que, por sobre todas las cosas, nos ha dado la alegría de saber que si podemos unirnos para construir y hacer de él el mejor país posible. Ha demostrado la motivación y el potencial humano para salir adelante y triunfar. La estirpe libertaria se ha hecho presente; claro falta concretar planes y proyectos sustentados en el ser humano y no en las riquezas materiales. Somos los seres humanos los que transformamos y damos valor a las cosas.
     Sin embargo, y en honor a la verdad, el problema no sido resuelto pues Venezuela va a crecer y será grande y esplendorosa. Ello tomará su tiempo. Apenas se inicia un proceso de construcción que será torpedeado desde afuera, como desde adentro. Todo lo cual es normal si tomamos en cuenta que la praxis política está repleta de ejemplos de bajezas, sobre todo en Venezuela o ¿por qué hemos llegado hasta aquí? En este respecto, es oportuno hacer un llamado para elevar el compromiso ético de los diputados -en lo personal mantengo un frecuente escepticismo, producto de la experiencia y del perfil de muchos de los diputados seleccionados. 
    Señores, Venezuela demanda mayor el compromiso ético posible. No es tiempo de trampas, para que ello sea cierto necesitamos dignos representantes de lo ético. La tarea es inmensa. Muchos de los "héroes de ahora" serán arrastrados hacia afuera por la inercia ética implícita en los resultados del 6 de diciembre y de lo que se avecina. Esto es el comienzo de lo excelso. Basta de perversion. De modo que esta alegría no se convierta en una simple celebración. Se viene una etapa de alta investidura, donde los actores políticos están obligados a ser modelo de integridad ciudadana. Lo veremos.
      Felicito al pueblo venezolano. No ha sido fácil llegar hasta aquí. La victoria se la dio el pueblo a sí mismo. Seamos claros. Los votos son el simple reflejo del castigo al peor ejercicio administrativo en toda la historia republicana de Venezuela. La gente está agobiada de las colas, la escasez, la inflación, la inseguridad y de ver cómo la pobreza los hunde día a día. Así que, no hizo falta protagonismos, ni ofertas engañosas por parte de la oposición. Simplemente llegó la hora de poner en su lugar a un partido político signado por la ignominia y la maldad. En consecuencia, no crean los miembros u organizadores de la Mesa de la Unidad que son los héroes. Algo si aprendió la MUD: a evitar la trampa. 
   La avalancha de votos ha sido la válvula de escape que abre la oportunidad para grandes transformaciones. En nada se traduce en un regreso al pasado. Hoy, sin temor a dudas, podemos asegurar que la Mesa de la Unidad Democrática lo hizo bien, pero los propios chavistas y la oposición lo hicieron mejor: votaron por él cambio, por la transformación. En este sentido, es idóneo reconocer que la Mesa de la Unidad Democratica ha sido la vía, pero no es la solución y menos el fin. Solo ha sido el instrumento para llegar hasta acá. 
       Los héroes de estos resultados es el pueblo y la gente; cargaron en hombros a la MUD. Fue el pueblo, cansado de tanto hedor, quien decidió votar por el cambio, un cambio que ha de ser etico. Que no venga nadie en busca de protagonismo calculado. No se engañen los actores políticos pues la gente está aprendiendo muy rápido. No sea que queden en ridículo cada vez que desean aprovecharse de las necesidades del las mayorías. 

Dios quiere lo mejor para Venezuela, pero lo mejor es que reconozcamos a Dios como nuestro guía. En la Palabra todo está.

#VenezuelaSeraGrande
#VenezuelaBrillara

Thursday, December 3, 2015

6D. La batalla decisiva

     En efecto, así suelen anunciar los medios de comunicación y la prensa escandalosa ante un evento electoral de la magnitud del 6 de diciembre de 2015 en Venezuela. No obstante, y en honor a la verdad, Venezuela no se acaba ese día. Eso hay que decirlo. Lo que sí debemos aclarar es: por qué llegamos hasta a la mayor decadencia ética de la nación con mayores oportunidades en América Latina? ¿Teníamos que pasar por este drama para adquirir experiencia y, con el sufrimiento y la humillación, reconocer que somos los seres humanos los responsables de todas las crisis?
     Ciertamente, surgen más preguntas; revolotean por ahí sin control, andan libres como las aves en el cielo, pero con rumbo fijo. Veamos, ¿A estas alturas del desastre, sabemos lo que debemos hacer para corregir o evitar la repetición de estos eventos? Más dudas aparecen, se multiplican. No es que sea pesimista, pero, si es necesario ser objetivo, o al menos intentarlo. ¿Aceptamos, por ejemplo, que hemos fallado, que somos responsables o que no tenemos nada que ver, en especial, los actores políticos que tanto daño le hicieron, desde siempre, a este simple y noble país?
   En lo personal, no creo que hemos aprendido lo necesario para salir triunfantes. Todavía hay demasiadas personas engañadas, que no ven la manipulación y que están siendo controladas como ovejas. Familiares, hermanos, sobrinos y amigos que persisten en la defensa de lo insólito, lo irracional. Se admite que no es tan fácil salir de la ceguera intelectual. Además, ese no es un proceso rápido. Ni siquiera es posible que suceda, si las personas no dudan de lo que está sucediendo a su alrededor. 
   La clave, según nuestra óptica, es que si le crees todo lo que los actores políticos dicen, estas perdido (a). Pero la duda y la incertidumbre, que las creas tú con tu interpretación, te lleva a indagar, hacer suposiciones y a construir ideas propias -tienes capacidad para ello, qué esperas. No pierdas el tiempo viendo la televisión y aceptando todo tipo de información, como si fueras un cesta o depósito de desinformación, de mentiras y de infamias. No. Así, solo eres presa fácil. Le eres útil al gobierno de turno, porque ser obediente y sumiso al régimen es ser cómplice, aunque no lo percibas. Hoy, más que nunca, es importante aceptar que la manipulación es el objetivo del actor político, pero el de los ciudadanos es ponerlos en su lugar. 
    Por estos días, apenas empezamos a valorar el significado de la democracia. Por Dios, cuánto vale la democracia. Se acerca una nueva era para Venezuela y América Latina. Vamos a creer en Dios y no a los hombres. Dios no te defraudará. Los que no creen en Dios aún, tranquilos. Dios no se apura para que le crean. Es preciso necesitarlo y buscarlo con fervor creciente. Seguro le necesitarán en algún momento. El decide. Acuérdense que lo sobre natural no es percibido con nuestros sentidos, solo Dios permite que pocos lo sientan.
Si seguir a Cristo fuera algo fácil todo el mundo lo haría. Te atreves?

Lo que Dios deja que ocurra siempre es para bien.
Seguimos soñando con la mejor educación, para el mejor país posible.
#VenezuelaSeraGrande
#VenezuelaBrillaraCreelo

Monday, November 16, 2015

Mateo 6:10

      Seguramente usted cree en el bien y en el mal, y siempre ha sido así. Esto, en parte, a que si existe el mal, también debe existir el bien, pues lógico es, que exista lo contrario a cada una de estas nociones. Así que cree en Dios porque debe existir algo supremo. No obstante que usted cree en Dios a su manera y no tiene el conocimiento de la Palabra, aún así dirá que siempre en Dios ha creido y que fiel a él quiere ser, con lo cual le deja abierta la puerta. Lo que sí es indiscutible, y con lo que estamos casi todos de acuerdo, es que Venezuela nunca, en su historia, estuvo tan controlada por la malignidad; de modo que deseamos, sin ninguna duda, salir de esta pesadilla.
     Ciertamente recurrimos a una triste etapa, signada por la ignominia, es decir, por la humillación, la mentira, la hipocresía, la manipulación, la corrupción, la opresión, la violacion del derecho a la vida, a la salud, a la información y a una educación de calidad, entre otras ejemplos de maldad. En otras palabras, quienes han gobernado se alejaron del bien y se acercaron a la ruindad a la cual urge superar.
     Ahora bien, si estamos de acuerdo, en esta verdad, es posible que todos estemos añorando una etapa dominada por el bien; dicho de otra manera, caracterizada por la benignidad y donde los actores, líderes y organizaciones políticas, principalmente, promuevan a través de desempeños y conductas intachables la exuberante eticidad que modela a todo el conglomerado nacional. Nada fácil de lograr, conociendo la ambición con la cual deslumbran los líderes y gobernantes desde que Venezuela formo parte de las "propiedades" de la antigua corona española y que luego, siendo república, se muestran en la ambición y la codicia alucinante de los políticos de oficio, como si todavía existiesen los mismos colonizadores y esbirros extranjeros del pasado. Vergonzoso.
     Sin embargo, así como hemos tenido una historia plagada de actores políticos hipócritas o representantes de lo ignominioso, así mismo decretamos -en el nombre de Jesus, esto es para creyentes en Jesucristo-, que Venezuela va a tener actores, líderes y partidos políticos sensibles e íntegros, que exaltarán lo justo y modelarán las conductas y valores establecidos en la Palabra de Dios. Así, podríamos desarrollar el lado bueno de la condición humana que está en nosotros. 
    ¿Si antes predominó la maldad, por qué ahora no es posible lo benigno? No es una utopía. En la evolución de las sociedades, la humanidad, y en ella la educación, fundamentalmente, se ocupó de ocultar o limitar el desarrollo de la benignimidad de los seres humanos. Muy lamentablemente ha apuntado al desarrollo de competencias, tanto racionales como técnicas, para el oficio, mayor producción e intercambio comercial, en pocas palabras, para el desarrollo del capital. No es que sea malo el capital, son los resultados del desarrollo del capital lo que no agrada. El capital por sí solo es bueno, pero será necesario minimizarán los letales efectos sociales, ecológicos y humanos que socavan la paz y el bienestar de las grandes mayorías. Ante la cruel certeza de lo insensible que exige el éxito económico y la acumulación, que tanto agrada al hombre de esta civilización, cada día más más inhumana, es riguroso re-pensar Sonre el desequilibrio entre la sensibilidad y el capital. 
     No solo Venezuela, sino el mundo, requieren la transformación de la actual civilización, conocida por la ambición y por la idolatría al dinero, a la belleza y al sexo, transgresiones aupadas por los medios de comunicación y la moda, llegando a ser establecidas como normas. Necesario es, entonces, pasar a la civilización de la sensibilidad; donde predomine la compasión. Ello solo es viable en espacios en los cuales controlemos la animalidad que persiste en el ser humano. 
    En definitiva, el mundo requiere una civilización en la cual los seres humanos desarrollen los perfiles pacificusprudens, sensibilis, civis y el homo sapiens. Por medio de la  formación de ciudadanos virtuosos se desarrollarán habilidades, cualidades o competencias del ser humano y transitaremos hacia el logro de las Realizaciones Superiores, metas de las cuales la educación ha permanecido alejada pues dejo a un lado la tarea de soñar, ver y hacer un  mundo, al menos, parecido, al Reino de los Cielos. 

Venga tu reino a Venezuela. Dios bendiga a Venezuela 

Saturday, November 7, 2015

La Cuarta República no es el modelo


   A Venezuela y al mundo les hace falta el conocimiento de Dios. Dios no se riñe con la ciencia ni el conocimiento. Esa la verdad. Simple

   "Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo". Filipenses 1: 9-10     


    Recientemente, o mejor, desde los primeros días del año 2015, el colapso de Venezuela comenzo a sentirse de modo crudo y cruel en toda la geografía nacional. Lamentablemente, esta realidad se corresponde con el proceso de transición política, iniciado en el año 1998 por medio de elecciones claras y transparentes y, que lastimosamente, ha entrado en la etapa culminante, despiadada. Se dispone, ahora, a asfixiar y a controlar, de una vez y por todas, la manifestación de la otredad o la contradición ideológica o política; propósito vital para la instalación y conservación del totalitarismo o el comunismo, ambos casos, experiencias políticas inhumanas, pues su fin es la perversión o la perversidad, -lo de Venezuela es un hecho único pues los países del hemisferio son observadores directos y, en algunos casos, cómplices lo cual deja tras luz las bajezas del ser humano y del estado político mundial. Vivimos o somos parte de una civilización agonizante 
   En todo proceso de transición política hacia el comunismo las decisiones y las acciones están milimétricamente estudiadas y planificadas. Cuba, por ejemplo, aprendió de su derrota en Chile y aquí, muy tristemente, demostró su avance y su experticia instalando "el mar de la felicidad". Ahora nada desentona, funciona perfectamente, como máquina recien instalada, aunque se ha tardado más tiempo de lo esperado. 
  El comunismo, nacido de las entrañas de los impíos, se aprovecha de la ignorancia y la escasez de cultura democrática. De modo que, esta condición humana representa una debilidad en Latinoamerica y cuidado con ciertos países de Europa. La inmensa manifestación de habitantes, una condición del ser humano en la cual se hace difícil comprender la naturaleza y los propósitos perseguidos por actores políticos "de oficio", tal como se les conoce popularmente, es el sustrado para el engaño, el control y la manipulación. De alli que, solo el tiempo y la propia experiencia personal o colectiva permiten aprender y tomar decisiones al respecto. Así que, aquellas personas que en el pasado no percibían los propósitos del intergalactico, ahora lo sienten, lo sufren, comienzan a comprender y hasta se arrepienten. El asunto es que ya no queda mucho espacio para la maniobra, para la acción. Quisiera equivocarme. 
   Transitar hacia el comunismo representa un hecho despiadado. No hay sentimientos ni muestras de sensibilidad. Por ello es un acto cruel. En detalle, la devaluacion de la moneda nacional, que empobrece de manera feroz a miles de familias de la clase media, constituidas por profesionales, no es un hecho aislado. Nada de eso. Es producto de la premeditación. Se proponen expandir la pobreza y el hambre para el control; igualmente, la insolita inflación, la escasez de productos alimentarios y la mortal carencia de medicamentos para la quimioterapia o la conservación de transplantes son acciones pensadas por la perversidad de mentes inmundas. En otras palabras, al régimen no le preocupa las muertes o las desapariciones. Pero no nos quedemos allí, reflexionemos. Si reconocemos que los niveles de las reservas internacionales están en mínimos históricos, cómo vamos a afrontar la crisis humanitaria que toca las puertas de millones de hogares. Es mas, muchos ya la vivimos. Nos acompaña. Está entre nosotros. Estas son noticias del desastre anunciado: la transición está aquí. El infame mar de la felicidad está aquí. 
  Las penas no concluyen aún. Los transeúntes o la gente en los supermecardos, en taxis, autobuses o en cualquier lugar comenta y se queja del peso de los últimos días; en el desespero afirman: "en la cuarta república era mejor". Ciertamente, las diferencias se agigantan cada día, tanto que aquel período pareciera un oasis. Sin embargo, es justo recordar que ese modelo político prudujo este fatídico presente. De manera que, la cuarta república no es el paradigma político administrativo que urgentemente necesitamos. Es preciso considerar la construcción, entre todos, una nueva hoja de ruta, de un nuevo paradigma de administración y política, equidistante de la que nos trajo a esta penosa realidad.
    No dejemos que la des-esperanza y el des-ánimo nos hunda o lo que es peor, regresemos al modelo político que dió origen a lo que hoy vivimos. Hagámos un llamado a los actores políticos para que dejen a un lado sus pretenciones y trabajen sin egoísmos o protagonismo por una Venezuela mejor. El mejor país.  

Thursday, September 10, 2015

Ciudadanos virtuosos : ¿Alfabetización o ciudadanización?

Ciudadanos virtuosos : ¿Alfabetización o ciudadanización?:           El resultado de este marasmo e indecencia será una victoria. Los habitantes querran ser ciudadanos y los pícaros no querran ser p...

Wednesday, September 9, 2015

Ciudadanos virtuosos : ¿Alfabetización o ciudanización?

Ciudadanos virtuosos : ¿Alfabetización o ciudanización?:           El resultado de este marasmo e indecencia será una victoria. Los habitantes querran ser ciudadanos y los pícaros no querran ser p...

Tuesday, September 8, 2015

Ciudadanos virtuosos : ¿Alfabetización o ciudanización?

Ciudadanos virtuosos : ¿Alfabetización o ciudanización?:           El resultado de este marasmo e indecencia será una victoria. Los habitantes querran ser ciudadanos y los pícaros no querran ser p...

Saturday, August 29, 2015

¿Alfabetización o ciudadanización?

          El resultado de este marasmo e indecencia será una victoria. Los habitantes querran ser ciudadanos y los pícaros no querran ser pícaros.        

   Aunque muchos no lo imaginen y menos lo crean, Venezuela es el escenario propicio para la transformación del ser habitante al ser ciudadano. Así lo revelan los hechos transcurridos durante esta singular etapa en la cual las carencias cívicas generan efectos sobre lo social, económico y  político. Un vuelco civilizacional es hoy, más que nunca, una necesidad; urge una nueva forma de pensar, decidir y actuar entre los venezolanos. Ello, en el fondo, no es otra cosa que pasar del estado de sumisión o pseudo esclavitud del siglo XXI, admitido por la condición del ser habitante, a una dimensión totalmente opuesta: a la condición del ser ciudadano. Un ser humano que ni es sumiso ni permite la manipulación o actúa bajo el control de los que tienen el poder y nada le impide interpretar y actuar, sostenido por la praxis ética, eje de esta transición humana. 
    Pasar del ser habitante al ser ciudadano es dejar atrás la praxis de anti valores, todo un desafio para los actores políticos, y hacer evidente el ethos de la virtud cívica, idea que no pocos venezolanos pensamos para un país de espléndidas posibilidades materiales, pero con tan pocas cualidades ciudadanas, las cuales nos cuesta comprender, aceptar y hacerlas parte del comportamiento social. Por ello, difícil es observar en la cotidianidad la cortesía, la decencia, la honestidad, la responsabilidad y la tolerancia.
   Al contrario de los recursos naturales o materiales, los valores son etereos. No poseen cuerpo ni sustancia física o química. En tal sentido no se observan o palpan como a un diamante o un barril de petróleo, pero sabemos que están presentes cuando, por alguna rareza, los observamos en la oficina o en la calle. La praxis de valores se contempla cuando se logran la armonía y la concordia o el consenso y los acuerdos; también cuando cada persona cumple, a cabalidad, con las responsabilidades encomendadas; entonces el bienestar común es posible. Con la praxis de valores es probable construir, en un solo cuerpo, un sentimiento, una esperanza, un acuerdo y la consolidación de metas comunes.
   Con frecuencia oimos decir: hemos perdido los valores. Pues bien, es importante reconocer que  los  valores no se pierden; en todo caso, dejamos de practicarlos por distintas razones. En la mayoría de los casos, porque la decadencia social impide considerarlos convenientes o porque sucumbimos antes la animalidad individual. Siendo así, y como por arte magia, todo cuanto hacemos falla o desmejora; abriendo espacios a la mediocridad y a la extensión de la ruindad, luego aceptada como lo habitual de la cotianidad. Por ello, la frase rimbombante de que somos un país muy rico no sirve para nada; sobre todo cuando la ausencia de praxis ética es lo que predomina y, más todavía, cuando desde las altas esferas del poder se promociona la indecencia, el irrespeto, la intolerancia, la exclusión y la hipocresia. Ciertamente, Venezuela es un pobre país rico. Si. Es muy rico en recursos naturales, pero muy pobre es la práctica ética; de allí viene la pobreza y la miseria.
    Ahora bien, el origen de las sociedades de habitantes viene, en parte, de la preparación promovida por sistemas educativos desfasados de las demandas formativas, no solo del presente; ya desde el ocaso del siglo pasado se hacía necesario una educación que formara para la paz o la convivencia. Ahora es impostergable la formación de ciudadanos integrales. En este sentido, es incongruente la simple complacencia de cumplir con las metas de alfabetización, que es el origen del ser habitante, como objetivo para este siglo. Es a nuestro odo de ver, una pérdida flagrante de esfuerzos logísticos. Si solo nos centramos en enseñar a leer, escribir y resolver operaciones matemáticas y en las universidades a lograr la profesionalización o la especialización en áreas específicas del conocimiento o del hacer, nunca será posible acercarnos al ser ciudadano y, más alla, a las realizaciones superiores. Es decir, no lograremos palpar el ethos del ciudadano virtuoso y continuara la insolencia, la exclusión, el egoísmo, la manipulación y la apatía como rasgos comunes de las sociedades atrasadas. El ciudadano busca y pone en práctica la convivencia, la autonomía nacional, el estado de derecho, el progreso de todos y construye la democracia permanentemente.
     En definitiva, las universidades deben proponerse ciudadanizar que es, de alguna manera, reorientar el camino para hacer a los seres humanos menos materialistas y más sensibles, para que controlen lo abominable y predomine lo admirable. La alfabetización y más tarde la profesionalización deben complementarse con la ciudadanización, que es el dominio de dimensiones extrañas al ser habitante. Mas que alfabetizar, requerimos ciudadanizar.

Sunday, August 9, 2015

Ciudadanos virtuosos : ¿Enseñamos a pensar?

Ciudadanos virtuosos : ¿Enseñamos a pensar?:    C omo si el pensamiento o la reflexión fuesen artimañas para escaparme del tumultuoso presente, solo atino a reconocer lo pequeño soy a...

Friday, August 7, 2015

Wednesday, August 5, 2015

El arte del pensamiento, el error y el triunfo

       

Cada vez que pienso en Venezuela, un país con potencial único para el desarrollo integral, descubro que no hay ciudadanos, lo más preciado, y que estamos obligados a enseñar el valor y el significado de la democracia


     El arte de pensar es la mayor de las diferencias existentes entre personas, sociedades prosperadas y los pueblos rezagados; tradicionalmente ubicados en el submundo de las supuestas limitaciones, automáticamente aceptadas por la errada percepción de inferioridad. Cuando observamos a una sociedad desarrollada, estamos comprobando la manifestación de procesos cognitivos complejos, medidos en la calidad de la reflexión, frecuentemente, plasmada en decisiones, actitudes y conductas que, en todo caso, muestran la diferencia anunciada. No existe nada que el ser humano realice sin pensar y planificar minuciosamente y sea, de manera permanente, exitoso. Es por esta razon que, los países desarrollados avanzan en la medida que ideas y planes reflejan coherencia y pertinencia con los propósitos comunes. En este entorno, el pensamiento no permanece en lo elemental, se extiende y acepta la impresición y, al mismo tiempo, la corrección como una estrategia para el progreso. Esto es, aprovechan los errores para correjirlos y mejorar continuamente, puesto que nada esta excento de errores y grandes sacrificios.
     Realizamos procesos cognitivos complejos cada vez que reflexionamos sobre una dificultad que nos afecta, luego, vamos aumentando a niveles de mayor complejidad, si somos capaces de diagnosticar, compatir ideas, lograr acuerdos, seleccionar estrategias, evaluar y corregir las actividades acordadas para solucionar dificultades. De modo que, si deseamos avanzar, estamos obligados a demostrar niveles rigurosos de interpretación; pero más allá, se requiere una sólida dosis de humildad, es decir, poseer capacidad de desprendimiento personal o, estar dispuestos a abdicar los intereses personales, para así, lograr el consenso, pues el consenso es una tarea altamente exigente. Es un logro de ciudadanos. Solo los ciudadanos pueden dejar, a un lado, el ego por el beneficio colectivo. El consenso es un aprendizaje continuo. Es madurez. Significa, en estracto, avanzar en medio de las diferencias políticas e ideológicas.
     Los pueblos con exigua calidad de reflexión no pueden valorar el significado de la democracia y con ella otras dimensiones también importantes. Esta realidad mundial no es mas que la manifestación del analfabetismo del siglo XXI o, la pequeñez cognitiva que paraliza la generación de interpretaciones y análisis de todo cuanto nos rodea. Así, para los habitantes, la calidad de vida no interesa, la imposición política no es detectada, los derechos humanos no tienen valor, la injusticia no es asunto personal ni colectivo y; la pobreza, el desorden, la corrupción, la inflación, la escasez o crisis alimentaria, la humillación, lo abominable y lo perverso son aceptados, en pocas palabras, la anomia social se constituye en parte de lo común y lo ordinario. Cuando ello sucede, asumimos que la sociedad está concluyendo una etapa y anuncia otra muy distinta en la cual el ser pensante o el ciudadano debe formar parte de quehacer nacional. 
     En el territorio del analfabetismo del siglo XXI no sorprendería el malestar de los habitantes, al sentirse ofendido, por la idea de enseñar a pensar. Seguramente dirían, con rostro de sorpresa y en tono despectivo: "Yo pienso, sé pensar. Vaya estupidez". Ciertamente, la gente piensa. Todos pensamos. Pensamos lo que vamos a realizar durante el día, el fin de semana, durante las vaciones, pensamos en las compras u otras trivialidades que no ameriten "mayores esfuerzos". Hasta allí todo muy bien. El asunto se complica cuando las dificultades ameritan mayores exigencias.
     No obstante, enseñar a pensar no es una tarea fácil de lograr, porque los sistemas politicos no están interesados en este fin de la educación. Es mas, en la historia de la humanidad,  quienes han detentado el poder no les ha interesado los pueblos avanzados. Siempre han preferido pueblos dóciles, incapacitados para interpretar los eventos, los discursos, las palabras, los gestos; dicho de otra manera, si no captan la demomagogia, la mentira, el populismo y la manipulación, entonces todo marcha bien. Ese es el pueblo que conviene, el otro, el de la fuerza del pensamiento es un peligro enorme; por tanto, es inconveniente enseñarles a pensar. Mientras más ignorantes sean los pueblos, más poder acumulan los pícaros. 
     Por una razón muy simple, hay un temor visible de enseñar a pensar. Es como si ello significara el fin de los que tienen el poder. Cuando una persona interpreta y define soluciones, simplemente deja de ser un objeto de los generan o trasmiten información. Por tanto, en estas condiciones, ya no es fácil controlar, manipular y engañar. Entonces, no es cómodo el gobierno de un déspota, cuando el pueblo conoce y sabe el valor o el significado de la democracia. 
     La necesidad de enseñar a pensar recae en los resultados que tiene el ejercicio de la democracia después del derrumbre de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas. Para nadie es un secreto que la democracia, en teoría, no tiene rival, debido, fundamentalmente,  a que el comunismo, como praxis política, fracasó. Ante esta clara verdad, a la democracia solo le corresponde hacerse factica, palpable. La democracia necesita que sus postulados básicos sean experiencias diarias, no simples y vacias consignas publicitarias que se recuerdan cada cuatro o cinco años. El gran desafío de la democracía es contar con  ciudadanos.   
     Pero, ¿qué debe hacer un país para transformar al habitante o al aprendiz en un ser pensante, en un ciudadano con virtudes? Pues bien, el estado deberá reconocer a la educación como la única vía para transformar a la sociedad; luego, deberá aplicar las leyes correspondientes, de igual modo, deberá transformar el sistema educativo, específicamente, debe impulsar el liderazgo de los docentes; únicamente los mejores ocupara tan significativos cargos, también, deberá ajustar la escala salarial, pero lo trascendental, deberá innovar y rediseñar la curricula de las escuelas o facultades de educación en las distintas universidades. Una mejor preparación y formación del docente representa el triunfo dentro de una nación democrática. 

Monday, July 27, 2015

¿Enseñamos a pensar?

   Como si el pensamiento o la reflexión fuesen artimañas para escaparme del tumultuoso presente, solo atino a reconocer lo pequeño soy ante esta inmensa experiencia nacional, favorable para la filosofía y la dialéctica que nos llevan a un solo callejon: formar a seres humanos creyendo en Dios como fuente inagotable...


     Con frecuencia, en el transcurso del asfixiante proceso de transición política, a quienes les complace pensar o reflexionar, seguramente se alejan del conflicto físico, del roce y del probable insulto, si por alguna razón expresaran un comentario certero sobre la escasez o la inseguridad, para no ir muy lejos. La razón de esta actitud se explica en el supuesto de que los enfrentamientos o las guerras originan humillaciones o eliminan adversarios, mas no afectan las ideas, pues estas permanecen intactas en la esfera de lo intangible. Así que, por ningún motivo, esta decision es un acto de apocamiento. Es, desde nuestra perspectiva, una estrategia dirigida a fortalecer el pensamiento y las ideas, ya consolidadas, para el momento requerido. De manera que, en la soledad, cuando las oportunidades están dadas, suceden procesos complejos al interior de cada ser pensante. 
     Es en el cerebro donde se contraponen distintos conceptos o percepciones, al tiempo que las incertidumbres promueven un interés creciente para lograr un saber o un conocer de manera personal, las causas y consecuencias, de los eventos que nos ocupan, adquieren una distinción particular, pues en la construcción del pensamiento, las neuronas desarrollan millones de procesos químicos, físicos e infinitas interconexiones espontáneas que facilitan la elaboración de la autonomía cognitiva. De esta manera, se demuestra que estamos biologicamente capacitados para lograr el simple y puro ejercicio cognoscente, el cual es un hecho intrínsicamente humano, reconocido por generar aciertos y errores, pero creativo y valioso a fin de cuentas. Sin embargo, este no es el problema, lo complicado sucede cuando el ser humano, por diferentes motivos, deja a un lado la practica del ejercicio creativo del pensamiento político, social y económico. Es por ello que, pensar, como un acto de los seres humanos, es una lucha donde el ganador es el ser pensante, pues pensar es un acto de superación al que estamos comprometidos, no solo por instinto o naturaleza, sino por necesidades éticas.
     En este ejercicio, distintas disyuntivas son confrontadas, constituyéndose, el pensamiento, en una fuente inagotable de callejones ciegos, calles estrechas o amplias autopistas que guían hacia concluciones superiores. Por tanto, pensar no es una tarea tortuosa. Pensar es un placer, pues, pensar, es la expresión o la acción genuina del ser humano (activo); a quien Dios creo a su imagen y semejanza, Genesis 1: 22. Quienes todavía no se han atrevido a lograr el beneficiado del pensamiento, que produce la comprensión y el crecimiento del intelectuo, no son seres humanos completos. Sin duda que, pensar no le es agradable a todos y, es por ello que, la manipulación, la demagogia y el populismo son objetivos básicos entre los actores políticos.
     En la acción de pensar siempre estará presente la confrontación. Aparecerán dos o mas opciones. Unas lijeras y fáciles, pero anti éticas y, por tanto, inconvenientes y otras, las alternativas difíciles u opciones que ameriten elevados sacrificios, ya que suponen esfuerzos, transformación cultural o cambio de paradigmas perversos, a lo cual el ser humano, frecuentemente, no está dispuesto. 
     Hoy, quienes se ocupan de pensar creen, con suficiente razón, que cuando hay más vías para informar, también hay más formas de limitar el pensamiento. Es decir, a mayor información, menos necesidad de pensar en ciertos segmentos sociales; por lo que, en definitiva, el acto de pensar está limitado, no solo por disposición personal, sino también por la cultura, la televisión, la Internet y por modelos educativos arcáicos, donde el aprendiz es, justamente, un recipiente de conocimientos e informaciones. En consecuencia, es complicado formar a un ser capaz de crear ideas e inventar soluciones. ¿Cuál es el resultado? Pues bien, una sociedad de ineptos o de habitantes incapaces de describir, descifrar, analizar, interpretar y obtener conclusiones personales. A los medios de comunicación, las trasnacionales o a los actores políticos no les conviene la manifestación de seres pensantes; por esta razón, la educación no debe suprimir el pensamiento, al contrario, debe incentivarlo. Pero este es un asunto de un nuevo estado democrático y no de un regimen dictatorial. ¿Enseñamos a pensar?
     

   

  

Wednesday, May 20, 2015

No es un traspiés Laureano.

     Hoy, la mayoría de los venezolanos cuestionan el deterioro progresivo que han vivido durante los últimos 17 años. Debaten sobre el por qué, el cuándo y el cómo se originó esta crisis global, marcada por escasez de alimentos, inseguridad personal, depreciación de la moneda, inflación desbordada, profundización y auge de la manipulación y el populismo y la violación permanente de los derechos básicos, sociales, ciudadanos y económicos de los seres humanos. Sin temor a dudas, este comportamiento indagatorio les llevará a comprender que la ausencia de transparencia electoral, el fracaso de el estado de derecho y la promoción de la exclusión política impiden la convivencia y la paz, como también, afincan la pobreza y la ruindad. Asimismo, les ayudará a interpretar que el sometimiento del país por la ideología de la pobreza o el comunismo y el establecimiento de la corrupción son estrategias diseñadas de antemano por seres miserables, capaces de aplicar las bajezas necesarias con el propósito de implantar y usufructuar el poder a cualquier costo. Los venezolanos vivimos una experiencia única.
     Desde esta óptica, surge el siguiente cuestionamiento: ¿teníamos que experimentar esta crisis para aprender la lección? Apropiada pregunta para Acción Democrática, COPEY y compañía. Lo que si sabemos es que si no hay experiencia, tampoco habrá aprendizaje, por tanto, las crisis siempre nos dejan un beneficio: algo que corregir, innovar o transformar. Así que, viendo el futuro con esperanza y fe, seguramente los venezolanos dejarán de ser objetos y se convertirán en sujetos de la praxis política, para sorpresa de actores, líderes y partidos políticos tradicionales y nuevos. Entonces, será difícil engañar y manipularles, pues, el justo raciocinio sobre el caos y su origen les proverá la cognición ciudadana y la correspondiente autonomía interpretativa, con lo cual será infructuoso aplicar el sometimiento, el populismo y el control, a la vez que, les proveerá las cualidades que impedirán la instauración de regímenes totalitarios o comunistas y, finalmente, les motivará a construir permanente la democracia.
     Uno elemento indispensable para iniciar la superación de una crisis es conocer y saber cuál su naturaleza. He allí el instinto del ser cognoscente: aprender de las experiencias para avanzar. Es por ello que, la experiencia genera el conocimiento, lo cual no tiene precio. Es infinito el poder de las experiencias para producir situaciones de aprendizaje y conocimiento, pero conocimiento certero y no de comentarios o de pasillos. Entonces, hacerse preguntas es un asunto elemental en la búsqueda de la comprensión y la superación, porque allí se encierran saberes, conocimientos y soluciones que serán puestas a prueba regularmente.
    En consecuencia, no se podría sostener que esta crisis es un traspiés de la historia, como afirmara  Laureano Marquez en estos días en su cuenta twitter. Es, desde nuestra perspectiva, una etapa más de la historia nacional con la diferencia de que sin ella no se podría experimentar en situ la evolución cívica de Venezuela o la transformación del ser humano, impulsada desde las entrañas de la propia crisis, del propio intento de Transición Política. Desde esta óptica, consideramos a Venezuela como el eje evolutivo de la ciudadanía o la cultura ciudadana en el mundo occidental, pues se está gestando el cambio de la condición de ser habitante a ser ciudadano. En tal sentido, este es un periodo que denuncia la manifestación de habitantes de manera abrumadora. Y que, como tal, era necesario que sucedieran diferentes eventos que revelaran el deficit de ciudadanía, una condición del ser humano que beneficia al populismo, la manipulación, la violacion de los derechos humanos, la exclusión política y la fractura social. En el estricto sentido histórico, Venezuela entro en una etapa de innovación donde las carencias cívicas deberán dejarse a un lado para iniciar un nuevo recorrido, pero con ciudadanos,  para hacer posible logros y éxitos. Por tanto, la crisis de Venezuela es la pugna entre el habitante y el ciudadano, entre la ignorancia y el saber ciudadano, entre la ausencia de praxis ética y el peso de la acción ciudadana, entre la sumisión, la manipulación y el populismo y la independencia del ser humano con cualidades que permiten la autonomía participativa y la valoración de la democracia y los derechos humanos.
     En profundidad, esta crisis y todas las crisis económicas, políticas o sociales son, en definitiva, la crisis del ser humano. Por tanto, éste no es un evento fortuito, generado por el azar. Es producto del devenir del ser humano, pues, es de los humanos crear crisis por distintas razones, en algunos casos, de manera consciente, en otros no. Asimismo, es de humano evolucionar continuamente hasta alcanzar la espiritualidad soñada. Por tanto, depende de los seres humanos el éxito o el fracaso institucional de la democracia, por ejemplo. Podemos sostener que la clave de las crisis está en el ser humano quien guarda, en lo intrinsico de su naturaleza, instintos opuestos; como resultado, va a desplegar actitudes opuestas, así que  puede ser agresivo o sumiso, despota o amable. No sorprende la perversidad ni la bondad innata en su naturaleza. Siendo así, aceptamos que la crisis está en el ser humano y que, por tanto, este evento es de origen intrínsico humano, al igual que la  ausencia de ciudadanía. En extracto, nada ni nadie podría evitar que los seres humanos avancemos, como también retrocedamos a episodios tristes o desagradables. Ello es inevitable.
     La crisis de Venezuela no habría sucedido antes, probablemente, por la inexistencia de causas específicas. Así, tan pronto aprecieron, se origino y expandió, como ahora, produciendo angustias y desgracias. Por esta razón, no es aconsejable olvidar las condiciones presedieron a esta etapa. Recuerdese el boom petrolero de los años setenta, durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Entonces, el precio del barril oscilaba cerca de los 36$. Se demostró cuan ruín suele ser el ser humano cuando el tema se refiere a riqueza. Se sembro e institucionalizo la corrupción como un objetivo para los distintos líderes y actores políticos. Si antes no se produjo una etapa tan crítica como la del presente, fue, seguramente, porque no habían suficiente dólares como ahora.
     En Venezuela percibimos una gesta en favor la ciudadanía que podría compararse con La Declaración Universal de los Derechos Humanos, La Caídad del Muro de Berlín, La Consolidación de la Unión Europea, El Desmoronamiento de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas, La irrupción de la Perestroika y el leve, pero persistente movimiento pro democrático, denominado ¨Primavera Árabe¨. Las Ciudades Estados en la Antigua Grecia, el Absolutismo de los Borbones en Francia, La Revolución Francesa, La Declaración de los Derechos del Hombre y los Ciudadanos y La Revolución Rusa también afectan el recorrido evolutivo de la ciudadanía. La historia nos revela eventos a favor y otros en contra, pero es, a nuestro modo de ver, el intento de Transición Política de Venezuela, lo que va a definir la necesidad de contar con ciudadanos en vez de habitantes para hacer posible, entonces, las Realizacioines Superiores. 

Wednesday, May 6, 2015

De habitante a ciudadano

     Los eventos sociales o políticos deben ser identificados y definidos lo más acertado posible. Definirlos a medias y sin especificar lo que en esencia son no es conveniente. Dejar dudas provenientes de una interpretación destemporalizada y desubicada, bien sea en lo cognitivo o filosófico, demuestra escaso entendimiento y debilidad de la ciencia. Más específico, si no se identifican correctamente las circunstancias que aquejan a una sociedad, sería imposible superar las causas que las originaron y los inconvenientes que ellas producen. Un buen médico, por ejemplo, siempre deberá identificar adecuada y oportunamente una dolencia y, luego, indicará los medicamentos apropiados para mejorar y sanar. Si no hiciese lo correcto, la dolencia permanecerá lo cual representará una amenaza para la salud y el bienestar del paciente.
     En el campo político, escenario de donde surgen las decisiones relacionadas con el hacer de la humanidad, llama la atención la crisis permanente del ejercicio de la democracia; de igual modo, interesa la fragilidad de la convivencia social, la autonomía, el escaso progreso social y el deficiente estado de derecho. Con estos síntomas podríamos diagnosticar, sin ninguna atadura intelectual o filosófica que Venezuela, en este caso, nos muestra que es un país de habitantes y no de ciudadanos. Todo lo cual sucede en razón que el devenir de la humanidad está sujeto a la condición del ser humano, en otras palabras, a la evolución de habitantes a ciudadanos.
   Seguramente, usted cree ser un ciudadano. Ahora, ese no es el problema, ni tema de discusión. Lo que no es correcto es que el mundo intelectual o académico desconozca que   hemos perdidos tres siglos, por lo menos, preparando para el éxito económico, donde la acumulación de la riqueza simboliza el triunfo. Esa no es la vía. El mundo requiere seres humanos con aprestos muy particulares con los cuales sea viable alcanzar o, al menos, orientarse hacia al logro de Realizaciones Superiores.
    Lamentablemente, en el mundo hay más habitantes que ciudadanos, aunque vivan en ciudades y el número de urbanizaciones aumente día a día; haya disminuido el analfabetismo, la Declaración Universal de los Derechos Humanos recién cumpliera 70 años de su proclamación, la tecnología haya alcanzado niveles sorprendentes, la Unión Europea represente el paradigma rmundial de los derechos ciudadanos, la democracia mantenga preeminencia mundial como ideal político y los Estados Unidos sea el país de las libertades, ello no significa que el mundo disponga de una civilización de ciudadanos.
  Venezuela, al contrario que otros países de la región, representa desde nuestra perspectiva, un paso en favor de la ciudadanía demandada. Cuesta creerlo, pero entre los eventos trascendentales en favor o en contra de la ciudadanía allí estará este momento particular de nuestro país, pues al final la mayorías comprenderán que siempre fueron engañadas, manipuladas y utilizadas por distintos actores, líderes y partidos políticos. Veran, con toda nitidez, el ardí de la guerra económica, la falsedad y la hipocresía. Reflexionarán y aceptarán que la pobreza y los males provienen de cada país y no del imperio, aceptarán que nunca le odiaron tanto como ahora y que el susodicho legado no es mas que la mayor burla que se haya podido ejecutar contra un pueblo muy exigente, pero al mismo tiempo, muy ignorante, lo cual es letal. La transformación de habitante a ciudadano traerá un gran impacto, tanto que algunos actores políticos y académicos no comprenderán y permanecerán en la civilización de los habitantes, sin oportunidades, como jarrones chinos. 

Tuesday, April 14, 2015

La universidad y la autonomía interpretativa

     Cuando las sociedades avanzadas han superado el dilema político proveniente del conflicto mundial entre la democracia y el comunismo, todavía persisten seres humanos con mentalidades ya no rezagadas, sino perversas, queriendo retroceder a escenarios inhumanos. Ello no es sorpresa, pues con frecuencia la pobreza y la miseria son impuestas por medio de la aplicación de artimañas y subterfugios a pueblos ignorantes, decepcionados o desesperados. Así que, aunque resulte difícil admitir esta realidad, cada vez que la manipulación sobrepasa el nivel de comprensión intelectual social, inexorablemente los pueblos están condenados a vivir en la ruindad y la sumisión como norma del estado comunal.
     Sabemos que no es fácil persuadir a los convencidos que han sido manipulados, puesto que el habitante posee anteojos con espesas capas compuestas de diferentes analfabetismos e ignorancias, lo cual obstaculizan la interpretación personal de lo que existe y lo que sucede. En consecuencia, no hay posibilidades de lograr la autonomía interpretativa con la cual el habitante se convierte en el objeto de la praxis política. Lo lamentable de esta condición del ser humano no es que siempre es y será explotada por los picaros actores políticos, sino el papel de las universidades, que permanecen preparando profesionales para el éxito de la sociedad del consumo, del honor académico, del valor cuántico y de todo aquello que mide el bienestar hoy en día. En resumen, la universidad sigue produciendo habitantes; una situación que deberá corregirse para el éxito de las sociedades democráticas en este siglo de exigencias cognitivas y éticas.

Saturday, April 11, 2015

Diacronía educativa y el habitante

     Las distintas civilizaciones han utilizado a la educación como el instrumento idóneo para sostener el estado político. Este es el compromiso natural, legítimo y necesario de la educación. No obstante, tiene responsabilidades complejas a las cuales está lejos de alcanzar; por ejemplo, lo deprimente y caótico del desempeño educacional únicamente es comprobable cuando al tras luz de las diferentes crisis queda expuesta la inaceptable ruindad ética de los pueblos, Venezuela no es el único caso. En el caso de la democracia, que es lo que nos ocupa como praxis política, los sistemas educativos muestran incoherencias; puesto que, al intentar subsistir, en medio de innovaciones científicas, demandas sociales, expansiones o restricciones económicas, avances jurídicos y exigencias éticas, no responden acertadamente quedando en una especie de rezago o desfase permanente. De cierto, van a destiempo, sin la sincronía justa para enfrentar y superar las demandas, con lo cual no puede formar a un ser humano capaz de construir la la convivencia, la autonomía nacional, el avance social, el estado de derecho y fundamentalmente el hecho democrático.
   Por norma, la educación se resiste a la innovación debido a que permanece atada al paradigma mecanisista, nido del pensamiento de la no equidad, de lo no ético, pero si a favor, mas bien, del éxito económico como fin máximo. De modo que, y sin que sea descortés anunciarlo, los sistemas educativos permanecen gigantes perplejos, sin ideas, sin decisión y menos sin acción. Son el auténtico fracaso de esta civilización. En otras palabras, sus esfuerzos didácticos, estratégicos y curriculares están descontextualizados, y esta es la razón por cual no es viable la formación para praxis de valores éticos tan necesarios siempre. En definitiva, en la educación de hoy existe una descomunal  diacronía entre lo impartido en clase con el conocimiento, las destrezas, las cualidades y las competencias ciudadanas exigidas al exterior, en consecuencia se extiende la lamentable vigencia de la civilización del habitante, cuando el mundo exige, con urgencia, el inicio de la civilización de los ciudadanos con virtudes.

Dios bendiga a Venezuela
#VenezuelaBrillara

Wednesday, March 4, 2015

Habitante, Ciudadano Virtuoso y Estado Democrático

   En los últimos cincuenta años y, específicamente, en los tres primeros lustros del siglo XXI Venezuela ha ingresado a una especie de crisis humana indeseada, la cual se va deslizando desde lo caótico hacia lo abominable. Sin dudas, soporta una etapa irracional o de anomia política nunca antes experimenta. Desde este ámbito, se ha promocionado el caos social y económico, marcado, a su vez, por la imposición clara de lo anti ético como forma de ser o estar, lo cual ensalza a la ruindad como hábito o estilo de vida aceptado. Esta triste realidad genera la imperiosa necesidad de reflexionar acerca de las ideas o los conceptos de habitante, ciudadano y Estado y, a partir de allí, sería posible comprender el origen del caos, fomentado por los habitantes y el futuro, donde se esperan éxitos superlativos, auspiciados por los ciudadanos, pero ciudadanos con virtudes.
 A la luz de la interpretación hermeneutica del Estado venezolano, se sabe que el proceso de transición política hacia el comunismo se nutrió de la decadencia ética, evidenciada por la corrupción endémica en varios ejercicios democráticos, donde Acción Democrarica y COPEY, apoyados por otras organizaciones políticas de carácter socialistas o de izquierda, también son seducidos por la codicia. Ahora se sabe que hay habitantes en el ejercicio de la política, a los que popularmente se le denominan políticos de oficio. 
   Para comprender la realidad del Estado, en Venezuela, se tiene que la noción más difunda es aquella que lo dibuja como la forma de organización política, económica y social aceptada por un país. A la luz de la visión humanista, se deduce, entonces, que las personas constituyen el Estado y, por tanto, de ellas depende o se hace posible que el Estado funcione. Si aceptamos esta interpretación, entonces, se deberá reconocerse, a las personas, como los responsables de la calidad del Estado, pensando al Estado como el esfuerzo que cada uno realiza en función de lograr el bienestar de y para todos. 
  Indudablemente el proceso de transición política descubrió la ausencia de ciudadanos, en otras palabras, reveló el predominio de habitantes; en extracto, personas sin cualidades, atributos y competencias para reflexionar de modo autónomo, proteger y defender la idea democrática o los derechos humanos, ciudadanos o económicos. Por esta razon, en política, ser habitante es ser la nada o cuando mas, es ser el objeto útil para alcanzar el poder, la demagogia y el populismo o mejor, el control y la sumisión. Los habitantes son simples moradores de las ciudades, solo habitan un espacio físico, por tanto, no alcanzan ni disponen de peso intelectual o al menos un contrapeso en la opinión pública. Esta pocas palabra, los habitantes sirvieron a la instalación del proceso de transición política del cual se espera un gran aprendizaje o por el contrario, la aceptación, lo que sería el inicio de crueles escenarios ya rechazados previamente. 
  Luego, si la calidad del Estado depende de las personas y estas, a su vez, solo alcanzan ser habitantes, cómo puede la democracia fortalecerse y construirse? Pero hay más dudas. Si una sociedad no cuenta con ciudadanos, sino con simples habitantes, en un escenario democrático, cómo sería viable hacer fáctica y palpable la idea de democracia? Para demostrar que la democracia conviene, mas que el comunismo, es necesario contar con ciudadanos y no con habitantes como lo es habitualmente en la mayoría de los países de corte democrático y que debido a la escasez de ciudadanos también están en riesgo como España, Argentina o Brasil.
    Según Hegel, gran filósofo alemán, en su obra Filosofia del Derecho, nos dice: "el estado es la realidad de la ética, es el espíritu en cuanto a voluntad patente, clara por si misma, sustancial, que se piensa y se conoce".  A la luz del siglo XXI, se destaca a lo ético como la base de las acciones comprometidas con la construccion del estado, el estado democrático. Claro, todo ello, si consideramos a la democracia como la sincronización de practicas éticas en función de un fin determinado: fortalecer y construir la democracia. Como bien es conocido, el comunismo desecha lo ético, en tanto le favorece a alcanzar e imponer la ideología de la sumisión. Entonces, la democracia solo es palpable mientras los protagonistas descubran cuan importante es la praxis ética en cada una de las responsabilidades asumidas. Cuando así sucede se comprende y valora la necesidad de actuar apegado a lo ético porque de ello depende el éxito de la democracia. 
   En razón a que Venezuela y gran parte de los países democráticos se han sustentado en habitantes y estos son corresponsables del deterioro ético, surge la necesidad de contar con lo opuesto: con ciudadanos; pero no cualquier ciudadano, sino de ciudadanos virtuosos, personas con cualidades y competencias con las cuales será posible proteger y construir la  democracia hasta lograr el Hecho Democraroco y mas allá, ser capaces de orientarse al logro de Realizaciones Superiores.