Saturday, July 9, 2016

Sé luz en las tinieblas

      Con las experiencias adquiridas durante estos días de escasez y humillaciones se ha consolidado el consenso acerca de la naturaleza del régimen político de Venezuela. Luego de 18 años, las mayorías reconocen las verdaderas intenciones de los gobernantes. No ha sido fácil alcanzar este entendimiento natural o del hombre; pero más difícil ha sido lograr al entendimiento espiritual; pues, esta es una dimensión a la cual no recurrimos normalmente; entre cosas, debido a que no hemos sido preparados para esta tarea. En otras palabras, no estamos equipados para interpretar y discernir entre el bien y el mal, nos referimos al orden espiritual de los eventos. Generalmente, muchas personas andan en tinieblas por ignorar la Palabra de Dios y dejarse llevarse por criterios autónomos. 
    ¿Andamos en luz o en tinieblas? Seguramente usted no se ha detenido a  reflexionar sobre el tema, pero es necesario que lo haga; no vaya a ser que esté generando la conducta equivocada, y en consecuencia, el modelamiento improcedente en su entorno familiar, por solo nombrar un escenario de los tantos en los cuales nos desenvolvemos de manera rutinaria.   
     Dios nos presenta distintos niveles para alcanzar la verdadera luz. Primero, nos ofrece la luz física, la que permite ver y observar las cosas, los objetos, la naturaleza y todo lo que nos rodea. Pero no se queda ahí en la simplicidad; y nos exigente más que el logro del conocimiento de la Palabra. Si conocemos a fondo la verdad, la amaremos, respetaremos y haremos valer, esto es, logramos la cognición cristiana, la cual, debe es demostrada continuamente por medio del discernimiento entre el bien y el mal. En este plano, valoramos y demostramos que andamos en luz impoluta, entonces somos probados continuamente y salimos exitosos por la praxis pura de la Palabra. 
     La Palabra y el Entendimiento Espiritual, que son luz, nos llevan a otra dimensión: a desechar y controlar lo ruin de nosotros, de los demás y del entorno, apoyándonos siempre en el Espíritu Santo, del cual surgen las manifestaciones de amor, paz, benignidad, gozo, mansedumbre, paciencia, bondad y fe" en nosotros; Galatas 5:22. Biblia Reina Valera.
     En contraparte, hay un conjunto de conductas que identifican el andar en las  tinieblas. El venezolano, por ejemplo y en términos generales, tiene el corazón tenebroso, pues en él habita la cacareada picardía criolla; y nada es peor que exhibir eso que llamamos viveza; ya que, en el fondo es la demostración de vileza. La praxis de este anti valor nos corroe como bacteria feroz a un cuerpo en desintegración. No obstante, esto no es nuevo. Ya se mostraba antes de aparecer el Chavismo; solo que ahora se ha extendido y nos ratifica como personas incivilizadas o simples habitantes. La cacareada picardia criolla, en definitiva, no es un don o una virtud, mas bien, es un fardo que nos hunde en el fango cenagozo del ser habitante y de la barbarie. Por algo hay suficiente razón en la frase: "el cambio del país empieza por cada uno de nosotros".
     Un ejemplo de esta cruda realidad, y que debemos superar y desechar, como una nación de Luz y Entendimiento Espiritual, son las intenciones declaradas de ex alcaldes y gobernadores de la llamada Cuarta República, quienes anuncian que vienen a rescatar la democracia. Que nadie se engañe; claudicaron ante la corrupción, generaron el desencanto democrático y frustraron las esperanzas y buena fe de las mayorías. Olvidar el origen del presente nos acarreará males mayores. No regresemos a las penumbras.
     Finalmente, la lucha que se libra en Venezuela no es una lucha entre hombres y ejércitos físicos y tangibles; esta lucha es contra príncipes y potestades de las tinieblas, que no vemos, pero sabemos que existen y sostienen al régimen, sin embargo, serán derrotados por medio de las armas dadas por Dios. Continuemos orando. Declaremos a Venezuela libre en nombre de Jesucristo pues Dios atiende la suplica de los justos. No desmayemos

Venezuela triunfará con la Gracia de Dios
     

Saturday, July 2, 2016

De las ignorancias derivan las tinieblas

   Lo más seguro es que usted sienta conformidad y orgullo con el entendimiento proveniente de los saberes adquiridos de las experiencias de la vida, de la tradición cultural, pero sobre todo, del conocimiento alcanzado por medio de la educación formal. Entonces, está confiado pues cree que esta condición le es suficiente para poner bajo control gran parte de lo que le rodea; como consecuencia, no tiene temor al mal pues la ciencia y la tecnología le facultan para decidir qué está bien o mal, e igualmente, auxiliarían y ayudarían a superar las dificultades presentadas. En definitiva, usted cree andar en lo correcto y, por tanto, está convencido de lo innecesario que es indagar, reconocer el valor y la praxis del conocimiento que viene de Dios. 
     La ausencia del conocimiento de Dios, pero más allá, la inexistencia de su práctica, produce la muerte. Seamos claros, usted no acepta esta declaración, entre otras cosas, porque su fuente epistemica, antes anunciada, es más que suficiente para la vida. Dios no le hace falta. Ello justifica su orgullo y hasta altivez, cuando se toca el tema. No obstante, insistimos; ignorar a Dios conduce a las tinieblas. Veamos porque. Pablo en Romanos, capítulo 1, versículo 26; Nueva Versión Internacional de la Biblia, nos dice: "además, como no estimaron que valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, él los entrego a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer". En este pasaje, se desprende que Dios deja que se perdieran entre ellos, siendo la causa principal el rechazo y desprecio a la Palabra de Dios. Dicho de otra manera, creerse autosuficientes y, por tanto, capaces de ignorar a Dios trae consecuencias desagradables. A propósito, ¿No anda el mundo muy altivo y prepotente? Si analizamos detenidamente lo que sucede en el mundo actual, descubriremos que nos olvidamos de Dios. Hoy consideramos que tenemos suficiente autoridad para decidir sobre lo correcto e incorrecto. A lo bueno le decimos malo y a lo malo bueno. Solo funcionan parámetros humanos. De allí que, casi no existen pecados, y como tal, apoyamos y promocionamos a muchos de ellos, simplemente porque nuestros conocimientos y subjetividad nos autorizan. Cada día nos parecemos más a Sodoma y Gomora.
   En el mundo, por contar con un corazones oscuros, -esto no guarda relación alguna con el conocimiento, la cultura o las experiencias-, se considera que las guerras son normales y hasta necesarias, el narcotrafico es una manera de enriquecerse, las hambrunas son parte de las noticias comunes y ordinarias, las dictaduras son sostenidas por países cómplices, el comunismo se declara: la ideología del mal y nada sucede, la protitucion y el homosexualismo son legales, el afán por la belleza es el desafío del hombre y la mujer, el terrorismo se ha extendido por el mundo como una nueva forma de expresión conflictiva, el desplazamiento humano es una forma de invasión de los pueblos oprimidos, el genocidio es una manera de control ideológico y el egoísmo, la corrupcion y la deshonestidad se constituyen en praxis básica de los gobiernos democráticos, con lo cual, se generan desencantos que impulsan a corazones y mentes depravadas, conocidas muy bien en América latina. Estos detalles nos recuerdan que el oscurantismo del mundo está vigente, en auge, pues vivimos en medio de mayorías que reconocen lo correcto dentro de lo incorrecto, pero lo aceptan como parte natural de la evolución de las sociedades posmodernas.
     Recordemos que Pablo en Romanos, capítulo 1, del versículo 27 al 32, versión Reina Valera de la Biblia, nos dice que: la codicia, la ambición, las envidias, los homicidios, las injusticias, las contiendas, el engaño, la injuria, la soberbia, la altivez, la necedad, la deslealtad, las personas sin afecto, sin piedad o los impíos, la vanidad y la fornicación; tales cosas Dios aborrece, por tanto, los que practican tales cosas son dignos de muerte. Vale la pena preguntarse: si la ignorancia de conocimiento del hombre genera barbarie, entonces la ignorancia del conocimiento de Dios qué trae? Solo la muerte física? Para Dios pudiera ser la muerte eterna. Como usted tampoco cree en la vida eterna. Siga pecando. Ese es su problema, pero si usted es tocado por el Espiriu Santo, podría entonces reflexionar sobre su salvación. Lo puedes hacer. Estás a tiempo.
     En él área de la praxis política o jurídica, esferas que nos interesan porque es el caso de Venezuela,  aunque también podría ser de España, Colombia, Argentina o Brasil, se experimentan pobres resultados de la democracia a causa principalmente de las mayorías ignorantes o del ser habitante, condición humana que facilita la manipulación, el sometimiento y el control a quienes con astucia y mala intención se lo proponen. Cuando la ausencia del conocimiento humano, más el conocimiento de Dios se unen y exceden el promedio poblacional de cada país, las meditaciones suelen ser encaminadas hacia fines insanos, con lo cual, peligra el bienestar y la vida, y aún así, para sorpresa de muchos, los pueblos permanecen sin la virtud de entender y captar la estafa, la burla y la humillación. Está comprobado que tanto gentiles o no cristianos y fieles seguidores de la Fe cristiana son manipulados y engañados frecuentemente. Sin temor a dudas, esta condición consiente que los pensamientos, las decisiones y hasta las acciones sean dirigidas, como a un ciego cuando se le lleva de la mano, entonces, no sabe por dónde va, pues confía en quien guía sus pasos. Como bien, se puede deducir, el ser cristiano implica que no serás manipulado, que tu entendimiento espiritual será sólido y te permitirá discernir entre el bien y el mal, del cual deberás escapar. Ser cristiano es luchar día a día con Dios de tu lado.
     La ignorancia del conocimiento humano y de Dios, esencialmente, forman parte del ser habitante, esa es su característica principal; como tal, ser habitante es sinónimo de atraso, debilidad y perversion pues abre espacios al engaño y a malignidades que el ser humano es capaz de hacer cuando sus propósitos no están fundamentados en el servicio o el amor al prójimo. Es por esta razón que la animalidad de los seres humanos suele estar en todas partes, sin descartar el escenario político, esfera vetada por los seguidores de la Fe cristiana, probablemente, ante la debilidad de enfrentarse al seductor espíritu de la ambición y la codicia, dos de los males del mundo que tanto daño han generado especialmente a Venezuela. Por no poseer el conocimiento, y más allá, poner en práctica la Palabra de Dios la praxis política quedo por milenios en manos de personas degeneradas y sin escrúpulos.
     Karl Popper (1902-1994), conocido académico y filósofo, principalmente, decía: "La verdadera ignorancia no es la ausencia dé conocimientos, sino el hecho de negarse a adquirirlos". Cierta es esta frase pues ninguna persona o país que carezca o rehuya al conocimiento, podría avanzar y triunfar. Sin embargo, el mundo actual se conforma únicamente con el conocimiento humano; cuando hoy, más que nunca, se necesita del conocimiento que viene de Dios; aquel que nos permite avistar y discernir lo bueno dentro de lo malo, para mantenernos limpios y en luz. Entonces, distinto a lo que Popper propone, las distintas civilizaciones se han negado adquirir el conocimiento de Dios, por tanto, hoy afirmamos, que la verdadera ignorancia no es solo la ausencia del conocimiento humano, sino más bien, al hecho de negarse, por milenios, a adquirir el conocimiento de Dios, y mas allá, a ponerlo en práctica; y todo porque hemos aceptado ser habitantes, en vez de ser ciudadanos de Dios. Dejemos de ser habitantes, para ser ciudadanos de Yaveh. 

Saturday, April 30, 2016

Educación laica, conviene?


     Vemos, observamos, interpretamos lo que está sucediendo a nuestro alrededor y comprobamos pocas cosas agradables. Seguramente usted hace lo mismo y no permanece estático e inerte, sino que construye, desde su óptica, una opinión particular y respetable. Es lo que todo ser pensante debería hacer continuamente. En el caso particular, salir de casa y ver rostros compungidos y tristes, por el caos que nos agobia, es una experiencia casi cotidiana que no acepto por varias razones; pero más allá, duele descubrir, en el común, el efecto de la apatía y el escaso poder de las ideas. Entonces, ratificó que la ausencia de condiciones ciudadanas sirvieron al régimen para engañar, manipular y transitar hacia el comunismo y a las tinieblas casi sin obstáculos. Lento, planificado y a paso de vencedores el comunismo destruye a Venezuela, entristece a su pueblo y nubla su futuro.

   Doy vueltas en círculos y regreso a mi centro epistemico, que es la educación, con este cuestionamiento. ¿Por qué no se utilizó la Palabra de Dios y los los valores cristianos para formar a los nuevos ciudadanos? Con ello intento determinar la responsabilidad de la educación en el caos nacional y mundial. En este sentido, estimo que el mundo se hizo mas mundo, dicho de otra manera, se lleno de orgullo y se olvido mas y mas de Dios, en consecuencia, suponiendo que lo tenía todo bajo control, se deshizo de Dios. Ya no hacía falta. Lamentablemente me incluyo en esta vorágine pues de alguna manera forme parte de ese movimiento "creador" de conocimiento, teorías y postulados epistemicos que nos hacen ver y creer que somos inteligentes y eruditos, cuando en realidad somos simples y rebeldes pensadores que buscamos superar a Dios y satisfacer a círculos exclusivos de la ciencia y la intelectualidad. Este no es nuestro caso. Nada de eso.
     Al redondeos, sabemos que la educación laica domina el escenario de la formación básica, media, diversificada o universitaria en el mundo y apunta a enseñar o adiestrar, a las nuevas generaciones, en lo que conviene a naciones democráticas, capitalistas o comunistas, sin tomar en cuenta a Dios. En este proyecto Dios es solo una leyenda, un cuento insuflado por la tradición hebreo-judaica y el hombre en general con el objeto de sentirse complacido con la tesis de la evolución y la transitoriedad del conocimiento; un tanto parecido a lo que la modernidad significa, como sustento filosófico, para los regímenes absolutistas de la Europa medieval. La frase "le ete se mua" del príncipe Felipe antes de la explosión de la Revolución Francesa, así como el totalitarismo, el comunismo o el socialismo del XXI representan la aquiescencia de la modernidad la cual sigue presente en estas ideologías y en el comportamientos o actitudes en tiempos de innovación y permeabilidad del conocimiento, teorías y tecnologías, sin pretender profundizar en otras esferas.
     Lo contrario a la educación cristiana es la educación laica que, en el fondo, ha logrado destruir la debilidad de valores éticos arraigados en las sociedades menos avanzadas, imponiendo los anti valores de las sociedades desarrolladas, por aquello del principio de imitación, sospechando que estas hacen lo correcto. En otras palabras, el mundo está hundiéndose en una especie de espirar demoniaco, donde los anti valores dominan y controlan la vida en sus distintos escenarios, y donde lo bueno es insultado y difamado como lo malo y lo malo es exaltado como lo bueno, siendo esto último lo que se debe hacer e imitar. Así pues, quienes se oponen a la educación cristiana tienen como meta principal desechar la idea de que la Palabra de Dios es la guía justa para formar nuevos los ciudadanos que mundo necesita. Cuando dejamos a Dios fuera de nuestros planes formativos, le damos, a las distintas corrientes epistemicas de la educación, la posibilidad de crear conocimientos con los que intentan "destronar" a Dios como fuente del saber. Esta es la lucha del mundo científico, académico e intelectual. Deberíamos complementar, no intentar destruir la inmensidad de Dios.
     Pues bien, a sabiendas de todo lo anterior o de las intenciones del hombre, Dios creador lo previene y advierte en la Biblia por medio de Isaías, capítulo 5, versículo 20, cuando nos dice: "Ay de los que a lo malo le dicen bueno, y a lo bueno malo, que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo". Para quienes creemos en Dios, sabemos cuáles son las consecuencias del incumplimiento de este pasaje bíblico, pero los que aún sabiendo que hacen el mal, persisten en lo abominable, Dios les tiene un juicio justo. Usted sabrá qué hacer. Pero si nosotros, y con ellos nos referimos a la educación, nos enfocáramos en aplicar lo que nos dice el apóstol Juan en la primera epístola, capítulo 3, versículo 11 el cual nos dice: "Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros". La belleza de este versículo y el amor del Dios nos invitan a formar seres humanos virtuosos pues Dios sabe lo mal que puede llegar ser el hombre sin amor en su corazón.
     A la altura de la segunda década del siglo XXI, afirmamos lo lejos que estamos de enseñar a amar al prójimo. Amar significa, tratar con cariño, afecto, compasión; así la vida estaría llena de amabilidad, cortesía y decencia pues nadie que ame a otra persona se propondría ser agresivo, indecente e insensible. Una pregunta universal sería, por qué el mundo no nos enseño amarnos, será que les interesaba más las guerras y los conflictos, o por qué no se nos enseñó que el orgullo es una actitud no propia de un hijo de Dios, sino del enemigo y que el orgullo conduce al error y al pecado del cual debemos arrepentirnos. En definitiva, si Venezuela hubiese tenido una educación cristiana, probablemente no estuviésemos divididos, no habría odio y exclusión entre bandos opuestos y nunca hubiésemos tenidos líderes o gobernantes prototipos de la malignidad de hoy en día.

Dios bendiga a Venezuela

Friday, April 22, 2016

El hombre natural y el discernimiento

     No sorprende la ceguera o la incapacidad para descifrar de lo sucede en Venezuela. Tanto es asi que, conocidos personajes de la vida intelectual, académica y hasta religiosa, termino normalmente utilizado para identificar las distintas creencias y no así para definir la relación que cada cristiano debe mantener con Dios, no comprenden el origen de la realidad social, económica y política del país. En consecuencia, y de manera insospechada, no atinan a reconocer que vivimos en una sociedad enferma y agonizante, que vive la inocultable evidencia del fin de una civilización, marcada por el predominio de la praxis de anti valores y que dará paso al nacimiento de una nueva era donde lo etico será lo esencial para bien de todos.
   Esta ceguera, explicada claramente en la Biblia, versión Reina Valera 1960, en el libro de Segundo de los Corintios, capítulo 4, versículo 4, nos alerta sobre la limitaciones del hombre natural de esta manera: "el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios"; dicho de otra manera, el mundo tal como está no posee las cualidades para discernir ni tampoco comprender lo que la vista y otros sentidos informan, pues lo que experimentamos o vivimos va más allá de lo físico, en extracto, la explicación de nuestra realidad no debe sostenerse desde lo natural, sino desde lo espiritual. La Palabra de Dios es profunda en esta dirección y lo complementa: "el hombre  natural no percibe las cosas que son del espíritu de Dios, porque para él son locura, no las puede entender porque las han de discernir espiritualmente"; 1 Corintio 2:14, Ibídem. En tal sentido, los sucesos de Venezuela, Colombia, EEUU, Brasil, Argentina, España o Cuba por solo ejemplificar algunos de los países, no se deben interpretar desde la óptica natural, deben ser captados e interpretados desde la óptica espiritual, entonces será posible buscar y aplicar la solución adecuada.
    Pero, ¿cuál es solución adecuada? Simple. El mundo y hombre natural decidieron solucionar las dificultades con un discernimiento limitado, de este modo, los errores son vistos como algo normal, los pecados y lo aborrecible son aceptados, pero la muerte es el precio que se ha de pagar, cuando Dios nos ofrece el perdón de nuestras injusticias, la restauración y la vida eterna -todos estos fines normalmente ignorados, desacreditados por el hombre natural y el mundo pues para ellos nada es cierto, si no es comprobado por las ciencias del hombre.
    Venezuela es el ejemplo que ponemos a disposición. Ante los ojos del mundo Venezuela parece agonizar. Eso es lo que nuestros sentidos nos informan, pero olvidemos los sentidos y centrémonos en lo que estamos aprendiendo, en todas las cosas des agradables que no vamos a repetir pues lo malo, lo que hace daño se evita. Miremos nuestro hermoso país con ojos de Fe, que es espiritual, la misma que nos permite ver cómo Venezuela se está transformando en algo superior. Dejemos los pensamientos negativos, abandonemos las dudas y miremos las cosas extraordinarias que Dios nos tiene preparado pues Debemos creer que nuestro país será la lámpara que iluminara la oscuridad de Latinoamérica. ¿Qué haremos para ver esta verdad? Pues Dios no invita a ser buenos, a dejar el pecado, a discernir lo bueno de lo malo y sobre todas las cosas amar al prójimo, es decir, "cada uno de nosotros agrade al prójimo en lo que es bueno, para edificación", Romanos 15:2; ibídem.

     

Thursday, March 24, 2016

Una nueva forma de evangelizar

  Recuerdo que, desde temprana edad, cuestionaba el comportamiento de las personas. Era una especie de pasatiempo. Así que, entre la rutina diaria me dedicaba a observar lo que sucedía a mi alrededor; prestaba atencion a los gestos, la mímica y las expresiones en los rostros de mis padres, hermanos y amigos, quienes ofrecían un universo de mensajes con distintas connotaciones.
     Así pues, era un entretenimiento descifrar el significado del lenguaje no verbal en el contexto familiar, social, externo y lejano, que es posible por medio de la televisión y la Internet. Si bien, ya no divierte tanto como antes puesto que ahora los contenidos negativos se han multiplicado y demandan soluciones, no simples descripciones, la tarea vital, de hoy en día, es disminuir comportamientos impropios, para elevar la calidad de las relaciones entre los seres humanos al grado de ciudadanos y no de habitantes, como normalmente acontece. No sería beneficioso, si fuésemos indiferentes ante esta realidad que nos aturde: la mayoría de los venezolanos nos rendimos ante el poder de la condición humana.
   Los seres humanos poseemos cualidades y competencias biopsicologicas que nos distinguen del resto de los seres vivos. Esta no es una afirmación espuria. Viene de la Biblia, el libro de la fe cristiana; "Entonces dijo Dios: Hagámos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, en todo animal que se arrastra sobre la tierra"; Genesis 1:26, Reina Valera 1960. Sin temor a dudas, Dios claramente nos provee superioridad sobre otras especies, pero jamás promueve la del hombre hacia el hombre, pero los seres humanos claudicamos ante el poder de la condición humana.
   Y en efecto, la incapacidad de controlar, por así decirlo, el poder de la estructuración biológica y psicológica provista, favorece a la exhibición de antivalores. Muy fácil es actuar sin recato y control, pues lo básico e innato es la acción espontánea e irreflexiva la cual permite la explosión de la animalidad que disponemos. Sin embargo, así como estamos preparados para expresar agresividad e irrespeto, también estamos dotados de cualidades que facilitan expresar sensibilidad, honestidad y generosidad, que vienen de un corazón limpio o de un gran denuedo, ya que se requiere ser compasivo. Una condición nada frecuente puesto que lo ético exige sacrificios. Por esta razón es común observar el predominio de la infamia en vez de la nobleza en mundo cada vez más caótico.
    Debido a nuestra debilidad ante la condición humana, Venezuela, y este es un caso especial, pudiera ser en Latinoamérica la muestra fehaciente de la pequeñez del ser humano. En otras palabras, sucede cuando permitimos que los instintos más bajos nos guíen o dejamos que sean la base del comportamiento que nos conduce al logro de metas personales; con ello, nos referimos a todos los venezolanos, no se trata sólo de los actores políticos, en exclusivo, pues la condición humana afecta a todos los seres humanos por igual y sin distinción específica. 
     Hoy, por las evidencias exhibidas, los venezolanos actuamos más por instinto que por razonamiento o discernimiento. Es por esta razón que lo inaceptable es aceptado como algo normal y rutinario. Al final, el facilísimo, lo menesteroso o la picardía criolla; igualmente, la hipocresía, la envidia, la insolencia, la descortesía, la agresividad, el egoísmo, la irresponsabilidad, la ignorancia, el resentimiento, el conformismo, la exclusión, la apatía, la deshonestidad y la codicia producen el engaño, la manipulación, la demagogia, el populismo, la tiranía, la disfunción social o familiar y los vicios, por ejemplo. Ante este  panorama queda al descubierto la oscuridad en la cual vivimos, pero al mismo tiempo nos anuncia que estamos en el umbral de una nueva Venezuela, de una nueva sociedad, una nueva civilización, y también sospecho que estamos ante una nueva manera de evangelizar pues formar ciudadanos es acércanos al Reino de Dios.

#VenezuelaBrillara

Wednesday, February 24, 2016

El milagro de la vida

  

    Y el médico, especialista en nefrologia, soltó sin piedad: "en tres meses estarás en diálisis". Me sentenciaba como si fuese el dueño de mi destino. Por su puesto, no le creí. ¿Cómo se puede creer a alguien que de manera irresponsable se refiere acerca de la vida como si se tratara de un juego de béisbol. Estaba obligado a negarla verdad por el modo irresponsable de abordar tan delicado momento de mi existencia. Esa era y es la actitud que corresponde cuando uno no tiene a Dios.
     Pero bueno, luego en casa, con un ¿por qué yo? acepte lo inevitable: estaba muy enfermo. Con el corazón entristecido por la incertidumbre y el cerebro a mil por hora, las preguntas revoloteaban sin cesar de pared a pared y las quejas, innumerables, aumentaban contra Dios, a quien nunca recurrí previamente. Sufría una enfermedad renal crónica terminal. Un tipo de enfermedad incurable, cuya evolución, generalmente, concluye con el fallecimiento de quién la sufre. Lo más extraño es que siendo genética nadie más la ha manifestado en mi entorno familiar. En todo caso pudiera ser no recurrente. Que así sea. 
     La tribulación fue grande y no tenía otra opción: luchar con lo que estaba a mi alcance. Hice dietas, aprendí a ser vegetariano y practique tai chi; de poco sirvieron estas estrategias para superar tan penoso momento. Sin embargo no fueron tres meses; transcurrieron seis años antes de recibir la primera sesión de diálisis en los cuatro años, seis meses y treces días de esfuerzos y lucha continua. En mi brazo izquierdo permanecerán por siempre las huellas de aquella amarga experiencia; ellas me recuerdan cuan cuidadoso debo ser con mi salud y con mi vida. 
    Con la gracia de Dios pude alargar los días sin el tratamiento mecánico o de homodialisis. Si. Una maquina hace el desempeño de los riñones. Ciertamente es la única manera de sobrevivir; aunque la calidad de vida se va apagando progresivamente y, en muchos casos, la propia diálisis consume los músculos, la energía y la vida. Es la única manera de permanecer vivo. Un callejón sin salida. Pero, ¿había otra salida? No. 
     Acepté mi realidad. No fue fácil ver los fluidos sanguíneos salir de las arterias, que pasaran por mangueras o arterias artificiales, recorrer un filtro, entre otros detalles, y regresar a tu cuerpo débil y quebrantado. Fueron días grises pues andaba entre la vida y la muerte. Dolío ver cómo se iba la vida a mi alrededor y como la muerte me amenazaba día tras día. Sobrevivir era mi prioridad. Sé que perdí muchas experiencias familiares y sociales. Fue inevitable, pero Dios me dio cualidades muy significativas. Siempre confié en él, le supliqué a cada instante por un riñón y fue bueno conmigo. Qué más puedo decir. No fue el hombre quien me saco de allá pues miles enfermos renales mueren esperando por el remplazo. Pero, no todo fue desagradable. En ese periodo Dios, con su gracia, me otorgó cualidades y me enseñó más de lo que aprendí durante todos mis años de vivencias y estudios. Aprendí, también, que nadie tiene el control de la vida. Solo Dios lo sabe y puede hacer su propósito en ti cuando él lo decida. 
     En aquel entonces, el sistema de transplante de órganos era eficiente, si lo comparamos con el actual. Así que una llamada, aquel viernes lluvioso, cambiaría mis expectativas. "Mira Beltran, te estoy llamando desde hace horas". Dijo mi primo Mario Brito (+). "Debes estar en Caracas a las dos de la tarde". Fue el 24 de febrero del año 2006. Estaba seguro que todo saldría bien, pero habían obstáculos menores que superar: los nervios, el móvil sin batería, el viaducto en escombros, no habían taxis en Maiquetia, solo pocos mototaxistas. "Chamo, puedes llevarme al Hospital Militar"; le dije a uno que estaba por ahí. "Tranquilo, no hay problema", me respondió". "Cuánto es"; "Treinta bolívares". Le pagué cuarenta. El tránsito era pesado por la cola de la carretera vieja de Caracas-La Guaira, única vía hacia el litoral capitalino. Me aferraba a la vida. Inolvidable, no lo creía. El día esperado. Dios tú lo hiciste. 
     La operación se iniciaría alrdedor de las once de la noche y terminaría después de 01 am del día 25, sábado de carnaval. Que recuerdo. En el pasillo anterior al quirófano temblaba a causa del frío o de los nervios; todavía no estoy seguro. Oí, a lo lejos, a los médicos hablar: "es un paciente varón de 45 años y tiene riñones poliquisticos". No capte otra información pues me concentraba en orar a Dios. Había en mí una confianza rara, esa que supera todo entendimiento (Fi 4:7) La vida me sonreiría de nuevo. Mis sueños se harían realidad. El milagro de vivir está en mi por la gracia de Dios.
    Hoy 25 de febrero cumplo año de nuevo. Hacen diez años nací otra vez. Mi riñón injertado tiene los primeros 10 años y no saben ustedes lo grande que es regresar de allá, ni se imaginan cuánto valoro a la vida y cada momento que ella me da. Parece que fue ayer cuando regresaba de diálisis a casa sin fuerzas pero con vida. Eso pasó y aunque físicamente aparento fragilidad, no lo estoy, porque más fuerte es el que está en mi. Y si no adquiero peso ni músculos, aunque consuma grandes proporciones de carbohidratos y proteínas, estoy sano y fuerte. Lo necesario para caminar, reflexionar, escribir y leer.
     Mi vida giró. Dios puso el milagro de la vida en mi cuando decidió darme otra oportunidad. Ahora mismo nada es igual que antes. Soy otro. Valoro lo que deje ir, pero pensándolo bien nada perdí porque todavía está. Ahora sé hacia dónde voy y que todo cuanto hago tiene un propósito y fin. Hoy solicitó a Dios, mi gran confidente, que continúe guiando mis pasos y le agradezco, a cada amanecer, por el milagro de vida y el placer de permitirme transmitir el valor de su Palabra, porque a fin de cuentas conocer a Dios es una tarea impostergable para mí, pues ignorar el conocimiento de Dios es como andar a ciegas, tanteando con un bastón en la oscuridad. 

Aunque no lo creas, Dios está contigo y no te desampara ni un solo instante; pues él está vivo y te oye; así que cuéntale todas tus necesidades, espera confiado (a) y ten paciencia que toda prueba tiene su gran recompensa.


#VenezuelaBrillara

Sunday, January 24, 2016

Renovaos vuestro entendimiento o morid

     Interpretando referencias que nutran la idea de formar ciudadanos encontramos en la Biblia, el libro de la Fe cristiana, una agradable sorpresa. Allí Pablo nos dice: "no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta"; Romanos 12:2, RV1960. Esta singular cita, ubicada probablemente entre los años 50 y 60 d.C, presenta al apóstol Pablo quien, ungido por el Espíritu Santo, escribe la carta "a sus queridos hermanos de la iglesia de Roma" (1.1). Saulo, un judio de origen y creencia, quien previamente perseguía y asolaba a los cristianos, pero luego es converso y transformado en Paulo, es el apóstol a cual Dios utiliza para aconsejar a los primeros cristianos de Roma, sobre lo que deberían hacer para identificar la buena voluntad de Dios.
     Este versículo denota una profundidad filosófica y profética que sobrepasa el entendimiento de los pensadores y eruditos posteriores, quienes, por lo general, desechan la Palabra de Dios por orgullo, arrogancia y prepotencia, ignorando la verdad indiscutible que es Dios. De esta manera, el mundo prefiere orientarse bajo el criterio del hombre y; es así como los centros de formación académica, - escuelas, liceos y universidades-, desatienden los fines supremos demandados por la humanidad y que, Dios con su misericordia nos ofrece por medio de Pablo.
     Con el propósito de comprender este versículo necesario es, en primer lugar, admitir que el sustantivo conformarse traduce aceptar o adaptarse a algo. Pues bien, conformarse es, en esencia, la actitud de permanecer o vivir atado a un modelo o paradigma de entendimiento e interpretación inmutable, único, inalterable y sin posibilidades de cambio; de modo que conformarse es perder la oportunidad de avanzar, expandir conocimientos y saberes, para así allanar el camino y ser auténticos ciudadanos, no simples habitantes del mundo. En el caso de las personas apáticas, indiferentes y resignadas con lo aprendido es imposible renovarse y transformarse a sí mismas y menos esquivar las trampas a las que son expuestas diariamente; conformarse es quedarse estacionado sin posibilidades de dilucidar o diferenciar entre lo correcto e incorrecto. 
     Permanecer con lo aprendido es estancarse y lo estancado se descompone, se hace impropio. Es rendirse, abandonarse y dejar que el tiempo y los elementos transcurran impidiendo descifrar y comprender la naturaleza de los fenómenos sociales, comunicacionales, tecnológicos, políticos y económicos y, más allá, es la incapacidad para reconocer lo maligno que está en la moda, la publicidad, los placeres, la belleza, la estética, la simpatía, el carisma, la popularidad, los derechos, las artes y la riqueza, por ejemplo. Quienes no se renuevan están condenándose a ser la cola y nunca el eje transformador de una sociedad pues son como las hojas secas, que luego de caídas y reposadas, son arrastradas según la fuerza y la dirección de la brisa; no tienen el poder para desplazarse por sí solas; están condenadas a ser objetos y nunca sujetos del movimiento que innova. Estar satisfechos con lo que se sabe es cerrar la puerta a la innovación, es aceptar a vivir en el pecado, el error, el atraso, la manipulación y el control, origen de la pobreza, el populismo, la demagogia y la muerte.
     En opuesto, el sustantivo renovación significa actualizar e innovar y; dado que se trata del entendimiento, se asume como una cualidad de las personas que permite, por medio de la interpretación y la comprensión, probar, comprobar y ratificar la buena voluntad de Dios. En otras palabras, Dios nos dice que, con la renovación del entendimiento es posible identificar aquellas cosas que nos perjudican y las que nos favorecen; permitiéndonos seleccionar el camino correcto. Así que nos invita a mostrar una actitud transformadora, dinámica y nunca pasiva e indiferente ante la vida y el entorno. Renovarse significa mantener una actitud que se inicia en la interpretación de los fenómenos desarrollados, apertura el entendimiento de las diferentes aristas que conducen a comprender la naturaleza de los eventos, para que luego, evaluemos, valoremos y la decidamos de la manera correcta. En extracto, es renovar el entendimiento, caminar con inteligencia y audacia en la vida, actualizar el conocimiento y los saberes, lo que en definitiva, ayuda a ser más eficientes, efectivos y eficaces. De este modo es posible ofrecer respuestas pertinentes a las exigencias, pero sobre todo, vivir bajo los estatutos que Dios nos ha dado.
     Nadie, consciente de esta verdad, negará la importancia de innovar, expandir conocimientos, los saberes y la propia inteligencia, pues renovar el entendimiento es ser inteligente y la inteligencia no viene solo de comprender sino, más bien, de renovar la comprensión a fin de que podamos entender el por qué, las causas y las consecuencias de los eventos o cosas, tanto de las que nos convienen, como de las que nos perjudican. Dios por medio del Espíritu Santo usa a Pablo y nos deja este versículo en el cual nos invita a sustituir continuamente los saberes y el entendimiento, para que así podamos dilucidar entre lo apropiado e inapropiado. 
     El ser humano posee capacidades biológicas, psicológicas e intelectuales para seguir aprendiendo por medio del libre albedrío y de la inquietud propia que produce el ser cognonscente, entonces profundiza sus razonamientos, logra la comprensión y el entendimiento de los eventos; en consecuencia, aprender, innovar, inventar y avanzar le es natural. El ser humano obediente sabe que toda innovación no es buena por sí sola, pero eso debe estar preparado para comprobar e identificar la buena voluntad de Dios, que siempre es agradable y perfecta, pues Dios no quiere que seamos engañados, ni utilizados y menos controlados por el hombre. En este sentido, Dios nos ha provisto de cualidades específicas para que identifiquemos lo que nos perjudica y decidamos cómo actuar adecuadamente. 
      El desconocimiento de la palabra de Dios ha llevado a la educación de Venezuela, como al resto del mundo, a enfocarse, casi en exclusivo, a preparar para el trabajo, la producción, la ganancia, el resultado rentístico, en síntesis, para la acumulación de riquezas monetarias o materiales. Hasta ahora las carreras, -exceptuando la docencia- están de alguna manera dirigidas a obtener provecho, al intercambio comercial, bajo la premisa de que el capital es lo que mueve al mundo y es el origen de la felicidad. En base a este esquema son válidas las artimañas que hacen posible el éxito individual o colectivo, de un lado quedaron rezagados otras metas. Aquí, entonces, no tiene sentido enseñar la solidaridad entre ricos y pobres, el respeto a la vida, la cortesía, la amabilidad y la decencia entre las personas, por ejemplo. Estas cualidades no tienen importancia, al contrario, son obstáculos a los fines anteriores o, en el mejor de los casos, son simples instrumentos para lograr beneficios materiales y no para establecer la armonía, la paz o la convivencia. Estas no tienen el menor significado. No interesan. Y, ¿qué podríamos de decir de la honestidad, el servicio, la compasión, la inclusión y la participación? Ante la opinión mundial ha quedado suficientemente comprobado la ausencia de la práctica de estos valores; debido a que la educación no es el eje transformador y renovador del entendimiento. Por ello el mundo está a la deriva o en la ruta que el enemigo planificó, donde lo malo es normal y hasta bueno o aceptado, todo ello debido a que Adán abrió en el Edén cuando confiado de sí mismo, desobedeció al Rey de Reyes, al Señor de señores.

Señor, haz tu reino aquí en la tierra como en el cielo.
Dios bendiga a Venezuela