Tuesday, April 14, 2015

La universidad y la autonomía interpretativa

     Cuando las sociedades avanzadas han superado el dilema político proveniente del conflicto mundial entre la democracia y el comunismo, todavía persisten seres humanos con mentalidades ya no rezagadas, sino perversas, queriendo retroceder a escenarios inhumanos. Ello no es sorpresa, pues con frecuencia la pobreza y la miseria son impuestas por medio de la aplicación de artimañas y subterfugios a pueblos ignorantes, decepcionados o desesperados. Así que, aunque resulte difícil admitir esta realidad, cada vez que la manipulación sobrepasa el nivel de comprensión intelectual social, inexorablemente los pueblos están condenados a vivir en la ruindad y la sumisión como norma del estado comunal.
     Sabemos que no es fácil persuadir a los convencidos que han sido manipulados, puesto que el habitante posee anteojos con espesas capas compuestas de diferentes analfabetismos e ignorancias, lo cual obstaculizan la interpretación personal de lo que existe y lo que sucede. En consecuencia, no hay posibilidades de lograr la autonomía interpretativa con la cual el habitante se convierte en el objeto de la praxis política. Lo lamentable de esta condición del ser humano no es que siempre es y será explotada por los picaros actores políticos, sino el papel de las universidades, que permanecen preparando profesionales para el éxito de la sociedad del consumo, del honor académico, del valor cuántico y de todo aquello que mide el bienestar hoy en día. En resumen, la universidad sigue produciendo habitantes; una situación que deberá corregirse para el éxito de las sociedades democráticas en este siglo de exigencias cognitivas y éticas.

Saturday, April 11, 2015

Diacronía educativa y el habitante

     Las distintas civilizaciones han utilizado a la educación como el instrumento idóneo para sostener el estado político. Este es el compromiso natural, legítimo y necesario de la educación. No obstante, tiene responsabilidades complejas a las cuales está lejos de alcanzar; por ejemplo, lo deprimente y caótico del desempeño educacional únicamente es comprobable cuando al tras luz de las diferentes crisis queda expuesta la inaceptable ruindad ética de los pueblos, Venezuela no es el único caso. En el caso de la democracia, que es lo que nos ocupa como praxis política, los sistemas educativos muestran incoherencias; puesto que, al intentar subsistir, en medio de innovaciones científicas, demandas sociales, expansiones o restricciones económicas, avances jurídicos y exigencias éticas, no responden acertadamente quedando en una especie de rezago o desfase permanente. De cierto, van a destiempo, sin la sincronía justa para enfrentar y superar las demandas, con lo cual no puede formar a un ser humano capaz de construir la la convivencia, la autonomía nacional, el avance social, el estado de derecho y fundamentalmente el hecho democrático.
   Por norma, la educación se resiste a la innovación debido a que permanece atada al paradigma mecanisista, nido del pensamiento de la no equidad, de lo no ético, pero si a favor, mas bien, del éxito económico como fin máximo. De modo que, y sin que sea descortés anunciarlo, los sistemas educativos permanecen gigantes perplejos, sin ideas, sin decisión y menos sin acción. Son el auténtico fracaso de esta civilización. En otras palabras, sus esfuerzos didácticos, estratégicos y curriculares están descontextualizados, y esta es la razón por cual no es viable la formación para praxis de valores éticos tan necesarios siempre. En definitiva, en la educación de hoy existe una descomunal  diacronía entre lo impartido en clase con el conocimiento, las destrezas, las cualidades y las competencias ciudadanas exigidas al exterior, en consecuencia se extiende la lamentable vigencia de la civilización del habitante, cuando el mundo exige, con urgencia, el inicio de la civilización de los ciudadanos con virtudes.

Dios bendiga a Venezuela
#VenezuelaBrillara

Wednesday, March 4, 2015

Habitante, Ciudadano Virtuoso y Estado Democrático

   En los últimos cincuenta años y, específicamente, en los tres primeros lustros del siglo XXI Venezuela ha ingresado a una especie de crisis humana indeseada, la cual se va deslizando desde lo caótico hacia lo abominable. Sin dudas, soporta una etapa irracional o de anomia política nunca antes experimenta. Desde este ámbito, se ha promocionado el caos social y económico, marcado, a su vez, por la imposición clara de lo anti ético como forma de ser o estar, lo cual ensalza a la ruindad como hábito o estilo de vida aceptado. Esta triste realidad genera la imperiosa necesidad de reflexionar acerca de las ideas o los conceptos de habitante, ciudadano y Estado y, a partir de allí, sería posible comprender el origen del caos, fomentado por los habitantes y el futuro, donde se esperan éxitos superlativos, auspiciados por los ciudadanos, pero ciudadanos con virtudes.
 A la luz de la interpretación hermeneutica del Estado venezolano, se sabe que el proceso de transición política hacia el comunismo se nutrió de la decadencia ética, evidenciada por la corrupción endémica en varios ejercicios democráticos, donde Acción Democrarica y COPEY, apoyados por otras organizaciones políticas de carácter socialistas o de izquierda, también son seducidos por la codicia. Ahora se sabe que hay habitantes en el ejercicio de la política, a los que popularmente se le denominan políticos de oficio. 
   Para comprender la realidad del Estado, en Venezuela, se tiene que la noción más difunda es aquella que lo dibuja como la forma de organización política, económica y social aceptada por un país. A la luz de la visión humanista, se deduce, entonces, que las personas constituyen el Estado y, por tanto, de ellas depende o se hace posible que el Estado funcione. Si aceptamos esta interpretación, entonces, se deberá reconocerse, a las personas, como los responsables de la calidad del Estado, pensando al Estado como el esfuerzo que cada uno realiza en función de lograr el bienestar de y para todos. 
  Indudablemente el proceso de transición política descubrió la ausencia de ciudadanos, en otras palabras, reveló el predominio de habitantes; en extracto, personas sin cualidades, atributos y competencias para reflexionar de modo autónomo, proteger y defender la idea democrática o los derechos humanos, ciudadanos o económicos. Por esta razon, en política, ser habitante es ser la nada o cuando mas, es ser el objeto útil para alcanzar el poder, la demagogia y el populismo o mejor, el control y la sumisión. Los habitantes son simples moradores de las ciudades, solo habitan un espacio físico, por tanto, no alcanzan ni disponen de peso intelectual o al menos un contrapeso en la opinión pública. Esta pocas palabra, los habitantes sirvieron a la instalación del proceso de transición política del cual se espera un gran aprendizaje o por el contrario, la aceptación, lo que sería el inicio de crueles escenarios ya rechazados previamente. 
  Luego, si la calidad del Estado depende de las personas y estas, a su vez, solo alcanzan ser habitantes, cómo puede la democracia fortalecerse y construirse? Pero hay más dudas. Si una sociedad no cuenta con ciudadanos, sino con simples habitantes, en un escenario democrático, cómo sería viable hacer fáctica y palpable la idea de democracia? Para demostrar que la democracia conviene, mas que el comunismo, es necesario contar con ciudadanos y no con habitantes como lo es habitualmente en la mayoría de los países de corte democrático y que debido a la escasez de ciudadanos también están en riesgo como España, Argentina o Brasil.
    Según Hegel, gran filósofo alemán, en su obra Filosofia del Derecho, nos dice: "el estado es la realidad de la ética, es el espíritu en cuanto a voluntad patente, clara por si misma, sustancial, que se piensa y se conoce".  A la luz del siglo XXI, se destaca a lo ético como la base de las acciones comprometidas con la construccion del estado, el estado democrático. Claro, todo ello, si consideramos a la democracia como la sincronización de practicas éticas en función de un fin determinado: fortalecer y construir la democracia. Como bien es conocido, el comunismo desecha lo ético, en tanto le favorece a alcanzar e imponer la ideología de la sumisión. Entonces, la democracia solo es palpable mientras los protagonistas descubran cuan importante es la praxis ética en cada una de las responsabilidades asumidas. Cuando así sucede se comprende y valora la necesidad de actuar apegado a lo ético porque de ello depende el éxito de la democracia. 
   En razón a que Venezuela y gran parte de los países democráticos se han sustentado en habitantes y estos son corresponsables del deterioro ético, surge la necesidad de contar con lo opuesto: con ciudadanos; pero no cualquier ciudadano, sino de ciudadanos virtuosos, personas con cualidades y competencias con las cuales será posible proteger y construir la  democracia hasta lograr el Hecho Democraroco y mas allá, ser capaces de orientarse al logro de Realizaciones Superiores. 
   

Wednesday, December 31, 2014

Venezuela! Feliz año. Feliz transitar

Amigos, ya casi se acaba esto que uno llama año y que nos sirve para contar el tiempo y reflexionar. Antes de todo, lo primero que debemos hacer es agradecer a Dios por permitirnos un día más de vida, un año más de existencia. Pero, sobre todo, siempre debemos dar las gracias a Dios por los aciertos, los logros y los éxitos. En realidad son de Él, no de nosotros. Nosotros somos el medio que Él utiliza para llevar adelante sus propósitos. Por lo errores debemos solicitar al Espíritu Santo para que nos guíe en los pensamientos y en las acciones. Dios siempre estará del lado de quienes le buscan. Si lo buscamos, todas nuestras angustias serán disipadas. Claro, si lo hacemos con Fe y perseverancia, Dios transforma de manera insólita. Él es la vitamina que nutre el ser. No la desaprovechemos. Él está ahí cerca, a tu disposición. La distancia es solo la oración sincera y llena de fe. No abandonemos esta bendición ni tan solo un instante. 
Dios me ha acompañado todos los días y le agradezco por mi salud, por mi familia, mi esposa; también por mis amigos, amigas y por ustedes, con quienes compartí mis ideas, que no son mías,  vienen de ti señor. Hoy, no debo olvidar a aquellas personas que ya no están en este plano, con nosotros, están en nuestra memoria. Están en tu regazo señor. 
Señor, tan solo te pido, te imploro que cada venezolano, y para mi familia, tenga buenas ideas y los mejores pensamientos, decisiones y acciones en este año que se acerca. No permitas que la frustración nos domine, pero deja que los sentimientos nobles sean luces que iluminen. Señor,  que tu obra se haga realidad según sea tu medida en el tiempo, pero que sea cierta y palpable, que sea transformadora, que arrase toda perversidad y que nos guíe siempre por el camino de la paz, el progreso, la justicia, la autonomía en ti y lo mas importante para mi país, permite que los venezolanos aprendan a ser Democráticos. Estoy a tu servicio señor. Venezuela será tan grande como tu lo tienes planificado. Nada evitará que ello sea como tu lo ideaste Señor. 
Aunque los días que vienen serán duros, Dios nos protegerá de todo lo malo. Será el inicio de una gran transformación espiritual. Nada que no podamos hacer pues todos los venezolanos, en lo profundo de nuestros corazones, lo estamos deseando. Venezuela será luz. Las tinieblas serán disipadas y todo aquel que fuese afectado será, en Dios, rescatado. Lo inhumano será disminuido y nacera una nueva sociedad.  
Venezuela! Feliz año. Feliz transitar.
Feliz año Venezuela

Saturday, November 29, 2014

El desafío de Voluntad Popular y Vente Venezuela

     Todavía una porción significativa de la población venezolana no comprende la naturaleza de la crisis que sufre. Por tanto, no sabe por qué ha sucedido, qué la origino, cómo ha alcanzado niveles de caos casi insoportables y, lo más preocupante, por qué la abrumadora apatía y la agobiante indiferencia mostrada ante esta realidad. Sorprendentemente, actores y partidos políticos, intelectuales, articulistas de periódicos y revistas, académicos, analistas políticos y gente común no interpretan lo que está sucediendo, lo cual es natural si tomamos en cuenta que este evento no se centra únicamente en la esfera de recuperar la democracia. Veamos por qué. 
     Los venezolanos, como la mayoría de los seres humanos de los países desarrollados y también de aquellos en vía al desarrollo, como Venezuela en América Latina, todavía no han alcanzado la virtud que permite valorar el significado democracia como sistema político único, que se construye cada día por medio de la participación, promotora de la evaluación, corrección y el control correspondiente de cada una de las dimensiones del ejercicio democrático. En tal sentido, y desde nuestra óptica, la escasez de esta virtud es lo que ha permitido a la democracia venezolana debilitarse paulatinamente hasta dar paso a un proceso de transición política débilmente reconocido por líderes y vecinos de barrios populares. 
    Habitualmente, los gerentes de la democracia representativa y los vecinos, como habitantes que suelen ser, carecen de cognición ciudadana con lo cual no poseen el entendimiento pertinente para valorar el significado de la democracia. Es por esta razón que, los responsables de la gestión pública y las personas o vecinos, incumplen la tarea de edificar constantemente al mejor sistema político, que requiere, indudablemente, la prestancia participativa para el remozamiento y vigencia de la idea democrática. 
    Como los eventos sucedidos progresivamente en la evolución de la humanidad descubren las fallas o debilidades de los seres humanos respecto de la democracia, por ejemplo, surge la necesidad de proponer, para las sociedades del siglo XXI, a los ciudadanos, lo opuesto de los habitantes. Esta perspectiva permite advertir, en la constitución de los partidos políticos a un mayor número de habitantes en vez de ciudadanos, con lo cual no viable vislumbrar las propias irresponsabilidades y menos corregirlas. 
   En extracto, Acción Democrática, el Comité de Organización Política Electoral Independiente C.O.P.E.I, como también el Movimiento al Socialismo, Un Nuevo Tiempo, Alianza Bravo Pueblo, Primero Justicia, incluso Voluntad Popular o Vente Venezuela no alcanzan a descubrir que el origen o debacle de la democracia está en ser habitante y, más allá, desconocen que es ser ciudadanos. De ahí que, asumimos que carecen de aprestos ciudadanos para el ejercicio de la democracia. 
  Ante este escenario, y como seria lógico suponer, las organizaciones políticas apuntaran a otras causas para así evadir las responsabilidades propias y los justos señalamientos. No obstante, se olvidan que son los seres humanos los responsables de todo cuanto hacen. He allí la clave de la crisis del sistema de partidos políticos venezolanos: muestran fehacientemente incapacidades para reconocer los desaciertos. Entonces, siendo así, cómo es que se proponen regresar al poder con desproporcionado comportamiento? ¿Creen que la democracia es algo finito, donde solo ellos, los partidos políticos, están signados por obra del destino para la praxis política y el poder? Y que, por tanto, requieren habitantes para gobernar y aplicar el populismo, la manipulación y control permanente con la firme intención de obtener provechos para grupos e individualidades? Se habrán cuestionado, alguna vez, las organizaciones políticas, por qué la Mesa de la Unidad no capta la atención de las mayorías chavistas y opositoras? ¿Saben que los votantes opositores van a elecciones sin otra alternativa que votar por corruptos y que ello decepciona cada día al venezolano común? ¿Cómo puede ser la oposición una alternativa sólida ante la certeza de lo inocuo e incompetente que son para millones de jóvenes, que perciben en ellos más atraso y caos? 
    Desde nuestra humilde óptica creemos que no hay posibilidades de regresar a la anterior forma de hacer política y el ejercicio democrático. Como resultado, los partidos políticos están condenados a transformarse e innovar o en caso contrario, podrían desaparecer.
   Sin el mínimo temor a comentar de modo irreverente la realidad de los partidos políticos venezolanos, se advierte que no tienen nada que ofrecer. Han sucumbido ante la inercia y la incapacidad de renovarse, no solo en lo generacional, sino, esencialmente, en lo ético que irradia a toda acción que el ser humano realice. En tal sentido, conmueve imaginar que la desaparición del régimen pro comunista, debe anunciar el remozamiento del sistema político venezolano. Es por ello que, en manos de Voluntad Popular y Vente Venezuela están puestas las esperanzas. Por lo tanto, deberán exhibir, siempre, su afinidad con lo ético, pues serán además modelos formativos de la ciudadanía. Ese es el desafío.
   En síntesis, solo el reconocimiento de los errores, la solicitud del perdón a millones de habitantes decepcionados por la pérdida de una grandiosa oportunidad para transformar a Venezuela en un país de avanzada y finalmente, el esfuerzo por hacer fáctico logros superlativos, donde la sostenibilidad de la naturaleza, la convivencia, el estado de derecho, el progreso común de la gente, la autonomía e independencia nacional, la dignidad humana y el hecho democrático sean estandartes de realizaciones humanas en Venezuela, será posible que los actores y partidos políticos recuperen lo perdido. Venezuela requiere ciudadanos en la praxis política.


Seguimos soñando con la mejor educación, para el mejor país posible



Sunday, November 23, 2014

Dialéctica de la ciudadanía

     En la Fenomenología del espíritu Hegel da inicio a la constitución de lo que sería considerado, posteriormente, como el sistema hegeliano; cuya vigencia se hace cierta en estos tiempos sirviendo de postulado filosófico para la elaboración de interesantes e ineludibles ajustes, solicitados por un mundo cada día más cuestionado ante la evidente escasez de prácticas éticas, expresadas en la fácil y común manifestación de indecencias o exhibición de ruindades, promovidas desde la ausencia de condiciones ciudadanas en distintas facetas de la vida.   
    Si bien Hegel sostiene que el rayo del Absoluto está en la educación y ésta es la ruta por medio de la cual los seres humanos, de buena voluntad, aportarían ideales superiores con la intención de transformar realidades poco convenientes o nocivas para los fines idóneos de las sociedades contemporáneas, en la Ciencia de la lógica, nos presenta el movimiento dialéctico, un tratado filosófico según el cual todo lo que existe es contradictorio; en otras palabras, toda afirmación adquiere, de manera implícita, su negación.
     El movimiento dialecto induce a indagar acerca de algo  significativo; en consecuencia lo lógico es observar, cuestionar, descubrir, comparar, comprender y finalmente, innovar y superar con una nueva idea, concepto, teoría o realidad, siempre sujeta al devenir. Un hecho infinito que sucede mediante la contradicción o conflicto en el cual la historicidad de los hechos podrían negar o confirmar la veracidad, vigencia y pertinencia de aquello que nos interesa y nos ocupa. 
    Los seres humanos tienen capacidades para advertir las incoherencias de lo que ya no funciona y merece transformarse. Si ese es caso, hay oportunidades incuestionables para avanzar, pero cuando ocurre lo contrario, el caos permanece y, probablemente, se esté en presencia del origen de todo atraso y la decadencia permanente. 
    Atendiendo a que, toda idea o realidad es una tesis y que, por tanto, ésta tiene su negación o contra parte, antítesis, el presupuesto de creación de un Absoluto requiere plantearse lo opuesto, pues si no se mantiene la negación de lo que consideramos equivocado o si es el caso de una idea que tengamos presente y que guía a la consolidación de una realidad, mejor que la del presente, por ejemplo, no sería posible avanzar en la construcción de ese ideal. Es por ello que, la solución de una situación de caos, requiere lo que Hegel denominaría síntesis, que es la idea o concepto con la cual se superaría la endeble e impertinente realidad o concepto.
     Lo incongruente, al fin y al cabo, va a producir lo lógico y lo sensato que viene a ser lo opuesto. La historia así lo ha confirmado con suficiente claridad y en múltiples oportunidades; pues de lo decadente nace la renovación, de lo ruin surge la dignidad y del error viene la corrección y la superación. así ha funcionado hasta ahora. De modo que, no hay motivos que impida, al devenir, hacerse fáctico. Es precisamente esto lo que nos lleva a sostener que el movimiento dialéctico es una especie de círculo infinito, que no se detiene porque está en el ser y quehacer del ser humano, quien siempre generará errores y los corregirá cuando las circunstancias así lo dispongan. 
     En el caso de Venezuela, y también de países vecinos, y similares, ya que también resisten crisis política, económica, social y, fundamentalmente, ética, el ser humano se presenta en situación dialéctica. Sin duda alguna, él está en permanente contracción y conflicto debido a que lo que piensa, decide y realiza deja huellas que pudieran tener resultados beneficiosos o perjudiciales, de allí emergen los cuestionamientos y los conflictos. Es por ello que el ser humano es un ente contradictorio del cual se espera la perpetua superación -síntesis-, como respuesta a los contradicciones a los cuales siempre se enfrentará. Ello es natural, si tomamos en cuenta que él es el origen de todas las crisis.
Comprender el devenir del ser humano es indispensable para innovar y mitigar las miserias humanas. En esta tarea es imperioso desenmarañar su acontecer e historicidad.  Así, entonces, es viable interpretar todo cuanto le sucede para así ofrecer soluciones que superen conflictos y avanzar continuamente. Estas soluciones no serán permanentes, serán modificadas por el devenir.
Cuando se asume al ser humano, tal cual es, sin más predicado,  simplemente como es, como un ser que está allí porque existe y como tal, es una porción de lo que nos rodea, siendo solo eso, esta noción es aceptada como la tesis. Es, entonces, un ser, un ente que tiene existencia con lo cual forma parte del mundo que nos rodea. Luego, visto que las sociedades han evolucionado, con ellas surge, en el sentido nominal, el ciudadano, mas no en el sentido práctico, tal cual debería ser. En consecuencia, en la ciudades solo es posible percibir al habitante, que ha predominado abrumadoramente durante siglos. Es por ello que, las ciudades rezagadas permanecen aturdidas por desórdenes en todas las esferas de vida. 
Sin duda alguna que, en el devenir, el ser humano ha evolucionado pero hasta solo ser habitante. Aunque las ciudades o naciones llevan miles de años avanzando paulatinamente, él solo ha alcanzado ser habitante. Esto es, toda aquella persona que habita, en compañía de familiares y comparte con vecinos y amigos, espacios citadinos y su radio de acción e interés se mantiene en ser responsable en el empleo, oficio y en el hogar, mientras otras responsabilidades, relacionadas al bienestar común, son desatendidas debido a que, fundamentalmente, carece del apresto adecuado para participar y lograr metas superiores; donde la construcción de la democracia no es el objetivo único, pues el perfil del ser ciudadano abarca otros desafíos evadidos y desatendidos normalmente.
La ausencia de las prestancias éticas, cognitivas y competitivas, con exactitud, es lo que ha permitido que el ser habitante sea objeto de otros: los actores políticos. Una realidad de la que se han beneficiado, sin  importar si son de izquierda o de la derecha, pues los resultados siempre han sido los mismos.  Por tanto, si afirmamos que ser humano -tesis- ha alcanzado solo ser habitante -antítesis-, y la idea del ser ciudadano -síntesis- se hace realidad; entonces, ello implica que en el devenir surgirá una realidad, una idea o un concepto que niegue al ser ciudadano. Con toda seguridad, como bien se sabe, los acontecimientos demostraran la vigencia o caducidad del ser ciudadano. No obstante, y visto que, el propósito de hacer la idea del ser ciudadano un hecho fáctico es un tanto escabroso; pues, primero, se deberá conquistar el apoyo político; luego, incentivar la renovación e innovación de los sistemas educativos, donde las universidades, profesores y docentes deberán aprender a ser ciudadanos; asimismo, los medios de comunicación también deberán favorecer esta idea y, por último, la familia debe ser apoyada por distintos organismos a fin de lograr ser ciudadanos desde cada hogar. En definitiva, la crisis de Venezuela expuso las carencias ciudadanas de su pueblo, y también de millones de personas en el mundo pues esta situación es de los seres humanos, no pertenece únicamente a Venezuela.

Seguimos soñando con la mejor educación para el mejor país posible.

Phd. Luis Beltrán Campos Bolívar 

Tuesday, October 21, 2014

El absoluto educativo y el analfabetismo del siglo XXI.

Ahora, en el siglo XXI, los ignorantes o analfabetas no son las personas inhabilitadas para leer, escribir y realizar operaciones aritméticas como sumar, restar o multiplicar; son las que agreden a la naturaleza, exhiben insolencia y descortesía, igualmente son excluyentes, intolerantes, egoístas, apáticas, sumisas, indolentes y, en consecuencia, manipulables. Pero eso no es todo, son, además, quienes desconocen el valor y el significado de los derechos humanos, sociales, cívicos, económicos y sobre todo la trascendencia de la democracia en la evolución de la humanidad. Como resultado, son incapaces e ineficaces en la tarea de orientarse hacia el logro de las Realizaciones Superiores, entre las cuales podríamos destacar: la Sostenibilidad Ecológica, la Convivencia Social, el Progreso Social Común, la Autonomía Nacional, el Estado de Derecho y la construcción del Hecho Democrático y la Dignidad Humana.
Si bien esta idea es un intento de acercamiento al ser humano para este siglo y ha surgido de indagaciones y análisis de la historicidad venezolana, muy rica en información proveniente del caos global, este afán produce, sin temor a dudas, un creciente interés, ya no por estudiar propiamente a los distintos pensadores, sino mas bien, por correlacionar sus ideas con la construcción de un ideal venezolano. Es así como surge la necesidad de dilucidar el idealismo de Hegel, como un argumento sólido y coherente con la idea de "ciudadanía virtuosa", tema el cual nos ocupa desde hace algún tiempo y sobre el cual debe sustentarse el ideal venezolano del siglo XXI.
En la introducción a la Fenomenología, Hegel señala que “el Absoluto está en nosotros y que el conocimiento es el rayo del Absoluto que nos toca". De esta manera, asume que la educación, siendo Absoluta, atiende a la historicidad de las sociedades con lo cual es cierta la posibilidad de transformar a los habitantes en seres humanos con cualidades y competencias, acordes con las demandas cívicas, dentro de las cuales la eticidad es fundamental para el desarrollo de una sociedad. Esto es, Hegel, fiel idealista y cuyo pensamiento, centrado en una sociedad donde los seres humanos pueden ser superiores, visualiza a la educación como la oportunidad para acceder al Absoluto. Una circunstancia compleja puesto que la planificación de la educación está en manos de quienes mayormente se ocupan de aspectos relacionados con el capital y no así de lo ético. Visto así, el Absoluto Educativo es una obligación ante el descalabro de la sociedades.
El pensamiento de Hegel no está dirigido a una sociedad en particular. En consecuencia permanece como universal con lo cual pudiese ser asumido por las sociedades responsables, o en caso opuesto, rechazado por desinterés o incompetencia. En el caso de Venezuela, la opacidad ética limita y niega toda posibilidad de crear un Absoluto Educativo y, a partir de allí, establecer un ideal que guíe y oriente hacia la superación y el avance nacional. Dado que el desarrollo de los acontecimientos no son los esperados, triunfa la decadencia y con ella la negación del país que muchos soñamos: un país de prosperidad. Así, entonces, lo ruin, que está en lo indebido y lo absurdo, cohabita en la "picardía criolla". Una actitud, caracterizada por la praxis del egoísmo en las distintas facetas de la vida social, económica y política es, finalmente, aclamada, exaltada y glorificada como una victoria o como lo correcto, con lo que no quedan espacios desafectados por la anomia planificada desde las altas esferas del poder.
El atraso económico ilustra esta situación por cuanto pone a la luz de los hechos la fetidez de una praxis política promotora de la pobreza, la sumisión, el desasosiego y la aceptación del caos como norma. De ahí que, sentir presunción por lo anti ético no es otra cosa que la vigencia de la cultura de la ruindad, incrustada ya en el ser pensamiento, el análisis y toda interpretación posible del venezolano. Todo lo cual nos muestra la inconveniencia de la Picaría Criolla" como ideal nacional, aprovechado hábilmente por indeseables engendros a los cual es corresponde anteponer con lo opuesto: fuerza de la eticidad. 
Sin objeciones aceptamos que nuestro acervo cultural, y el de América Latina, no es abundante y, en consecuencia, nos distinguimos de aquellas sociedades desarrolladas, no tanto por la historia, sino por la incapacidad de anteponer lo ético a lo anti ético. Dicho en otras palabras, el egoísmo supera lo colectivo, lo nacional y lo que beneficia a todos. De manera tal que, vivimos bajo el ideal del egoísmo lo cual significa fracaso e imposibilita cualquier proyección puesto que ninguna sociedad triunfará, si cada persona busca el beneficio individual y lo anteponen a lo común. 
Deambulamos sin rumbo, irrespestando la ecología, las normas de las relaciones interpersonales, la eticidad ciudadana que es universal, no particular y por tanto no es subjetiva. América Latina, como Venezuela, demanda ciudadanos que conozcan sus deberes y sus derechos, que alcancen la cognición ciudadana para que así sea posible fortalecer la democracia y los derechos de los seres humanos. Es necesario que las personas adquieran competencias para participar y solucionar las diferentes dificultades que les son comunes, ya que los efectos no son particulares.
Por lo anterior, seguimos manteniendo la esperanza del advenimiento de una etapa que niegue el presente y donde el decoro y dignidad en lo político, en lo social y en lo económico sea costumbre, mas que una obligación. Una sociedad de respuestas éticas, y no un país atomizado por la ignominia. En definitiva, necesitamos con urgencia orientarnos hacia ese rayo del Absoluto Educativo como medio vital para construir nuestro ideal nacional, donde es común un ciudadano capaz de hacer grandes cosas para sí mismo y por su país.

Seguimos soñando con la mejor educación, para el mejor país posible


Luis Beltrán Campos Bolívar
Phd Andragogía.