Thursday, December 3, 2015

6D. La batalla decisiva

     En efecto, así suelen anunciar los medios de comunicación y la prensa escandalosa ante un evento electoral de la magnitud del 6 de diciembre de 2015 en Venezuela. No obstante, y en honor a la verdad, Venezuela no se acaba ese día. Eso hay que decirlo. Lo que sí debemos aclarar es: por qué llegamos hasta a la mayor decadencia ética de la nación con mayores oportunidades en América Latina? ¿Teníamos que pasar por este drama para adquirir experiencia y, con el sufrimiento y la humillación, reconocer que somos los seres humanos los responsables de todas las crisis?
     Ciertamente, surgen más preguntas; revolotean por ahí sin control, andan libres como las aves en el cielo, pero con rumbo fijo. Veamos, ¿A estas alturas del desastre, sabemos lo que debemos hacer para corregir o evitar la repetición de estos eventos? Más dudas aparecen, se multiplican. No es que sea pesimista, pero, si es necesario ser objetivo, o al menos intentarlo. ¿Aceptamos, por ejemplo, que hemos fallado, que somos responsables o que no tenemos nada que ver, en especial, los actores políticos que tanto daño le hicieron, desde siempre, a este simple y noble país?
   En lo personal, no creo que hemos aprendido lo necesario para salir triunfantes. Todavía hay demasiadas personas engañadas, que no ven la manipulación y que están siendo controladas como ovejas. Familiares, hermanos, sobrinos y amigos que persisten en la defensa de lo insólito, lo irracional. Se admite que no es tan fácil salir de la ceguera intelectual. Además, ese no es un proceso rápido. Ni siquiera es posible que suceda, si las personas no dudan de lo que está sucediendo a su alrededor. 
   La clave, según nuestra óptica, es que si le crees todo lo que los actores políticos dicen, estas perdido (a). Pero la duda y la incertidumbre, que las creas tú con tu interpretación, te lleva a indagar, hacer suposiciones y a construir ideas propias -tienes capacidad para ello, qué esperas. No pierdas el tiempo viendo la televisión y aceptando todo tipo de información, como si fueras un cesta o depósito de desinformación, de mentiras y de infamias. No. Así, solo eres presa fácil. Le eres útil al gobierno de turno, porque ser obediente y sumiso al régimen es ser cómplice, aunque no lo percibas. Hoy, más que nunca, es importante aceptar que la manipulación es el objetivo del actor político, pero el de los ciudadanos es ponerlos en su lugar. 
    Por estos días, apenas empezamos a valorar el significado de la democracia. Por Dios, cuánto vale la democracia. Se acerca una nueva era para Venezuela y América Latina. Vamos a creer en Dios y no a los hombres. Dios no te defraudará. Los que no creen en Dios aún, tranquilos. Dios no se apura para que le crean. Es preciso necesitarlo y buscarlo con fervor creciente. Seguro le necesitarán en algún momento. El decide. Acuérdense que lo sobre natural no es percibido con nuestros sentidos, solo Dios permite que pocos lo sientan.
Si seguir a Cristo fuera algo fácil todo el mundo lo haría. Te atreves?

Lo que Dios deja que ocurra siempre es para bien.
Seguimos soñando con la mejor educación, para el mejor país posible.
#VenezuelaSeraGrande
#VenezuelaBrillaraCreelo

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