Friday, October 26, 2012

Otro zarpazo comunista

   El comunismo, o lo que es igual, el totalitarismo, agoniza, ya no posee la fuerza de la Unión Soviética, cuando se oponía sin reservas al capitalismo; ni de la Guerra Fría que congelo todas las aspiraciones de los soviets por su ineficiencia e inhumanidad. Hoy se hunde con el impacto liberador de la Primavera Árabe, que generará resultados satisfactorios en las décadas que están por venir. Pero, lucha como bestia mal herida que busca desesperadamente una oportunidad para sobrevivir. De momento, parece lograrlo cuando con afiladas garras aprovecha lo que latinoamerica le ofrece: fragilidad. Entonces, se dispone a dar otro zarpazo, un ataque que le permitirá imponer su pensamiento retrogrado y perversidad destructiva proveniente de la modernidad, donde la unilateralidad genera lo indiscutible, lo incuestionable, que tanto limito la ciencia, la justicia y la sociedad  por  más de tres siglos. Pero bueno, ello es parte del pasado, del desarrollo y evolución del ser humano, por lo que iba a suceder y sucedió.
   No obstante, lo lamentable de todo esto es que en pleno siglo XXI hallan espacios geográficos y culturales, como Latinoamérica, que favorecen la imposición del estado comunal, ese con el cual sueña el  autócrata carismático que desea detentar el poder sin obstáculos, sin limitaciones, donde los habitantes no son mas que obedientes, sumisos y controlados, sin derecho a expresar ideas u opinión, organizarse y mejorar su calidad de vida. Latinoamerica es, en definitiva, presa débil para la neoimposicion  comunista, pues no es capaz de defenderse e incentivar su propia autonomía, aquella que respeta su idiosincracia y que valora el alcance de la democracia. Es lamentable que no esté preparada para evitar la imposición del estado comunal, que sea tan sumisa, apática e indolente ante el pensamiento absurdo e irracional.
   La democracia es un constructo sumamente débil, si quienes están encargados de construirla fallan continuamente por individualismo, corrupción, imcumplimiento de ofertas y desorden económico, como frecuentemente ocurre. Por tanto, necesitará de grandes esfuerzos que la fortalezcan. Ello es posible con la participación sistémica de la sociedad, es decir, de cada uno de sus elementos. Nos referimos a gremios, sindicatos, empresarios, intelectuales, organizaciones civiles y no gubernamentales, vecinos, habitantes, universidades y más. En fin, la democracia demanda la atención ilimitada de todos, del aporte de ideas que están rondando por acá y por allá; y que líderes y organizaciones desatienden, como si fuera que van a perder protanismos. Simpre la democracia exige más humildad que egos, porque la verdad la construimos todos o simplemente nos desaparencen.

No comments:

Post a Comment